Vitoria-Gasteiz Arqueológica.


 
 

 

ARTE PRERROMÁNICO Y ROMÁNICO EN ÁLAVA.

J. JAVIER LÓPEZ DE OCÁRIZ.

FELICITAS MARTÍNEZ DE SALINAS.



ARTE EN LA ALTA Y PLENA EDAD MEDIA.


Arte Prerrománico: Santuarios en cuevas artificiales.


En las cuencas altas del Ayuda (Faido, Laño, Albaina, Marquínez) y del Omecillo (Corro, Pinedo) unas blandas areniscas han permitido la excavación de más de un centenar de cuevas, entre las que se distingue una docena de templos rupestres.

La técnica de labra es bastante uniforme, con huellas de instrumentos de punta cónica muy aguda y menos de corte plano, regularizando suelos, paredes, vanos y techos. Dificulta mucho su clasificación artística y cronológica el hecho de que su «arquitectura» no sea de construcción sino de «vaciado».

Es difícil establecer paralelismos.

 

Santuario rupestre en Santorcaria. Laño.

A pesar de los desprendimientos de la roca aún se conservan algunos recintos rupestres que pudieron servir de eremitorios en fechas altomedievales. El perfil de la ventanita podría inspirarse en un arco visigótico.



Soluciones que dan a las estructuras: plantas, techos, vanos:

Las plantas son muy variadas, con tendencia hacia el rectángulo de esquinas redondeadas en los espacios más amplios, y groseramente circulares en las pequeñas cámaras.

Varios conjuntos evidencian su condición de templos en la disposición basilical, con ábside en herradura al este y frecuente contraábside, además de abrirse a una cámara por el norte. Sorprende que en cada conjunto aparezcan duplicados: dos en Las Gobas (Laño), dos en Nuestra Señora de la Peña (Faido), dos en Sarracho (Albaina). ¿Esta duplicidad de capillas puede ser indicio de la existencia de monasterios dúplices, monjes y monjas?

Capillas únicas y menos regulares en la forma son las de Santorcaria (Laño), San Salvador (Marquínez) y otra en Corro.

Los techos suelen presentar bóveda de medio punto rebajada. Singulares son los resaltes en forma de arcos fajones muy juntos que voltean sobre un templo de Las Gobas (Laño).

Los vanos de entrada son rectángulos irregulares, pero también hay algunos remates que recuerdan el arco de herradura, como en Santorcaria (Laño) donde es muy marcado, y en Las Gobas (Laño), Albaina y Faido. Abundan los ventanillos circulares junto a las puertas y hay un caso de ventanita en doble arco de herradura con mainel, roto, en Santorcaria (Laño). Elementos complementarios: altares, asientos, sepulturas y soportes:

En los templos de Las Gobas y Sarracho quedan restos de altares en bloque saliente adosado al fondo del ábside, con hueco para reliquias. En Nuestra Señora de la Peña y en Las Gobas hay altares de nicho asientos tallados en la roca se ven en Albaina, Faido, Corro y Pinedo. Sólo en Laño pasan del centenar las sepulturas practicadas en el suelo de las cuevas y aparecen en todos los demás conjuntos. Abundan los mechinales, agujeros y una especie de argollas labradas en la roca que D. José Miguel de Barandiarán llama «cilindros calados».

 

 

Grafitos y pinturas. 

 

Ermita de Nuestra Señora de la Peña:

Repartidos por las cuevas, sobre todo en Las Gobas (Laño), hay dibujos de cruces, estrellas, aves, équidos, estilizaciones humanas, inscripciones con salmos en latín, nombres de Santos (Primitivo y Atanasio), grafías extrañas (¿visigóticas?), etc. todo muy difícil de valorar. Lo más destacable es la pintura en rojo de un árbol con ramaje simétrico y punteado de hojas en Nuestra Señora de la Peña (Faido). Es el único ejemplar de pintura prerrománica que se conserva.

Esta ermita, a la que adosaron posteriormente un añadido de mampostería, es la única que se mantiene afectada al culto, siendo por ello el más antiguo templo vigente en el País Vasco. Aún conserva la pila bautismal cilíndrica labrada en la roca y, separando la nave del coro, tres vanos desiguales de gran simplicidad, a tono con nuestros gustos del siglo XX pese a su arcaísmo.

En la misma línea está el triple ventanal de San Salvador (Marquínez).

Notas para su valoración:

Los vanos de arco de herradura, el hueco de reliquias, la compartimentación del espacio, la reducida abertura que da paso al ábside, los mismos ábsides con planta de herradura y la frecuencia de otro ábside opuesto, al oeste, dan pie a establecer semejanzas con el arte Visigótico avanzado y el Mozárabe. 

Los arcos fajones simulados de Las Gobas (Laño) recuerdan la cripta de San Antolín, visigótica, en Palencia, aunque la fecha del tramo en cuestión se considera tardía. Cabe la semejanza con la bóveda de Sª Mª del Naranco (Oviedo) del Arte Asturiano.

La presencia humana en torno a las cuevas se documenta desde el Neolítico hasta época romana por excavaciones arqueológicas, pero los rasgos artísticos enumerados nos remontan a las fechas posteriores a la invasión árabe (siglos VIII-X), cuando comunidades familiares (hay tumbas infantiles), quizá huídos de tierra del sur, pudieron refugiarse para practicar una vida cenobítica al estilo de la «Regula Communis» de San Fructuoso. Pasado el peligro musulmán, retornan a las tierras abiertas del Ebro donde eclosionan los grandes monasterios medievales. Pero las grutas abandonadas nos muestran un conjunto de templos perrománicos rupestres sólo comparable a los conjuntos contemporáneos de Capadocia (Turquía).


Necrópolis altomedievales.

El amplio conjunto de sepulturas excavadas en el suelo de las grutas artificiales conecta con las numerosas necrópolis al aire libre descubiertas sobre todo en tierras meridionales de la Provincia: en Marquínez la de San Juan (30 sepulturas); en Labastida varias: las Sepulturas (83 sep.), Santa Eulalia (56), la Fonsagrada, San Martín de los Monjes; en Laguardia la de Santa María de Berberaba; en Pangua la de San Formerio; en Ciprán los Casales. Las sepulturas aparecen agrupadas a la vera de lugares sagrados, de los que al menos queda el topónimo del Santo. Raramente ocupan sarcófagos exentos (Ciprán), sino que suelen estar labradas en los bancales de roca, con orientación Este-Oeste. El tipo antropomorfo, con entalle curvo o recto para la cabeza es el más claramente datable hacia los siglos IX y X por comparación con otras necrópolis. Otros conjuntos de sepulturas medievales del tipo «bañera», de lajas o con tapas a doble vertiente han aparecido en Laguardia, Elvillar, Elciego, Lanciego, Ochate, Caranca, Villamanca, Estíbaliz, etc. etc.


Arte románico: periodos, tipos, zonas.

Románico primitivo.

Anticipable al momento románico no podemos presentar ninguna construcción, sólo los misteriosos Santuarios rupestres citados. La floración románica irá cuajando en Europa a partir del año 1000; en cambio el grueso de nuestro románico se calenda en pleno siglo XIII. Otra nota característica es el predominio en más del 75 % de las cabeceras rectas de molde rural, frente a los ábsides semicirculares que corresponden a la generalidad del románico europeo. Pensamos que la cabecera recta persiste aquí obedeciendo a una tradición muy arraigada que hunde sus raíces en lo prerrománico.

Precisamente los más antiguos testimonios del Románico alavés aparecen al frente de cabeceras rectas de rústicos templos. Son cuatro sencillísimas aspilleras rematadas en arco de herradura. Dos de ellas aparecen en ermitas de las estribaciones de la Sierra de Elguea-Urquilla, al borde norte de la Llanada: San Julián de Aistra (Zalduendo/Araya) y San Martín de Tours (Hermua). Las otras dos en parroquias de reducido vecindario, Cicujano, en tierras altas de Laminoria, y Urbina de Basabe, en el valle de Cuartango. Las cuatro emplazadas junto a sendas extraviadas altomedievales y reformadas posteriormente.

Las aspilleras, no del todo homogéneas, comparten su simplicidad, su estrecho vano vertical y sobre todo su remate en arco de herradura, muy marcada en Aistra y Hermua, menos en Cicujano y Urbina de Basabe. Estas dos se forman con varias piezas, orlando el vano con una muesca incisa o ligero bisel. Las otras perforan un sillar, contorneando el hueco con varias hendiduras paralelas o muescas.

Algunos otros elementos corroboran la antigüedad de estos ventanales: en Aistra la cabecera del templo formada con «ciclópeos» sillares y sus primitivos canes de toscas cabezas; en Cicujano, canes de decoración biselada y capiteles, fuera de contexto, con talla vegetal de carácter prerrománico, como también se conservan en las ermitas de San Cristóbal y Andra Mari de Ullibarri Arana en la misma comarca.

Un ejemplar excepcional nos brinda el Noroeste de la Provincia. La parroquia de Añes en su fachada sur conserva cegada y oculta por un cobertizo una curiosa portada con el tema de Adán y Eva en el tímpano semicircular.

 

 

 

 

Aspilleras en forma de herradura en las cabeceras rectas de Urbina de Basabe y Hermua.

Son las muestras más antiguas del románico alavés, de tradición prerrománica, junto con la de Cicujano y San Julián de Aistra en Zalduendo. La de San Martín de Hermua perfora el sillar y el vano va contorneado por dos hendiduras paralelas.

 

 

Tímpano de la portada antigua de Aries.

Esta representación del Pecado Original se asemeja a las de los capiteles del interior de San Quirce y de Siones o al relieve de Butrera (provincia de Burgos), que siguen las trazas del conocido capitel con el mismo tema en San Martín de Frómista (Palencia).


Este singular tímpano, orlado de triple arquivolta de medio punto apoyado en sencillas jambas, centra el eje de composición en el árbol del Paraíso con ramas laterales rompiendo en redondos frutos. La serpiente enroscada tienta a Eva, quien alza una mano al fruto mientras la otra cubre con una hoja su desnudez como Adán, que lleva su izquierda al cuello como atragantándose con el fruto de pecado.

La composición guarda una estrecha semejanza (salvando la adaptación a marcos diferentes) con uno de los capiteles interiores de la iglesia en la Colegiata de Santillana del Mar (Santander). Este templo se construye entre los años 1075-1125, por lo que la cronología encaja perfectamente con la documentada en Añes. La amabilidad sin límites de Dª Micaela Portilla, a quien tanto debe el Arte y la Historia alavesa, nos ha proporcionado el dato de la fechación del templo de Añes. Se basa en una inscripción desaparecida, copiada en un Libro parroquial a su vez perdido, pero donde ella pudo recoger que se calendaba por la era 1166, por tanto el año 1128. Esta sería la más antigua fecha documentada no sólo en el Románico, sino en todo el Arte alavés.

Al margen de los templos Monumentales que merecen estudio aparte, corresponden al mismo siglo XII algunos ejemplares del tipo rural: Santa María de Tobera, San Martín Zar, San Juan de Arraya (Elburgo) y San Juan de Amamio (Araya). Los tres primeros lucen, sin duda por influjos jacobeos, ábsides semicirculares de espléndida sillería. En Tobera la ruina ha respetado el arco triunfal de medio punto como el de San Juan de Arrayn. que es doblado; ambos apoyan en capiteles historiados de carácter muy primitivo como lo son sus canes y ventanales del ábside. Este ventanal en San Martín Zar ostenta un rústico motivo de entrelazo en sus capiteles, semejantes a los de la portada de Pedruzo, y en uno de sus canes muestra un círculo enlazado por un aspa. San Juan de Amamio mantiene la cabecera cuadrangular, tuvo arco triunfal doblado como atestiguan las columnas adosadas provistas de singulares capiteles como los del ventanal del ábside. Próximo el 1.200 nos ofrecen muestras de sus tempranas obras San Juan de Cárcamo, cuyo ábside de planta semicircular se abre a la nave con arco triunfal de herradura poco marcada; también Bellojín es datable por entonces, a pesar del ligero apuntamiento de sus arcos, por la cerrada cabecera semicircular y el primitivismo de sus capiteles interiores con personajes flanqueados de pájaros o serpientes; al mismo momento podrían atribuirse las portadas con arcos de medio punto y sencilla ornamentación de Ezquerecocha y Andra Mari (Ullibarri Arana).

 

 

Interior de la Ermita de San Juan de Cárcamo.

Presenta ábside semicircular que se abre en la nave con arco triunfal de herradura poco pronunciado, flanqueado por dos columnas con un capitel vegetal y otro historiado de tosca labra.

Todo apunta hacia fechas de un románico temprano.



Románico pleno.


Ejemplares del románico monumental.

Armentia: Basílica de San Andrés (Hoy de San Prudencio).

Gran foco de historia alavesa, cuna de San Prudencia según la tradición, sede del Obispado de Alava hasta 1087 en que se lo arranca Calahorra, cuyo Obispo D. Rodrigo de Cascante intervino, según la inscripción que se conserva al pie del tímpano del Cordero, en la construcción de esta basílica, a fines del siglo XII. Paso obligado en la ruta jacobea alavesa, quedará el templo muy transfornado con las reformas del siglo XVIII que encubren el cimborrio y dispersan bajo el pórtico los «disjecta membra» de la gran Portada Románica de Armentia.

Arquitectura: La planta de cruz latina se corona con un ábside semicircular. La única nave, de tres tramos ha sido rehecha, pero aún conserva a los pies robustas columnas para soporte de un coro alto desaparecido, y se mantiene en el último tramo del costado sur el emplazamiento de la puerta. El presbiterio se cubre con bóveda de cañón apuntado y el ábside con bóveda de horno. Al exterior dos medias columnas dividen verticalmente el ábside en tres sectores con sendos ventanales, a cuya base corre una imposta de billetes.



Relieve de la Anástasis y de la Resurrección. Pórtico de Armentia.


Uno de los Maestros que trabajó en Armentia nos ha dejado estos magníficos relieves de principios del siglo XIII, el de la Resurrección es muy relacionable con el que aparece en uno de los machones del Claustro de Silos. El de la Anástasis presenta una interesante iconografía del infierno.

Los brazos el crucero se cubren con bóveda de cañón apuntado mientras el tramo central alza un original cimborrio con bóveda de ogivas que arrancan de las figuras del Tetramorfos con cuerpo humano. El emplazar figuras como soporte de las ogivas emparenta a Armentia con el Císter de Languedoc (Francia). Embozado dentro de la torre queda el cimborrio románico con cuatro torrecillas de ángulo, modelo llegado a Santiago por el S. W. : Zamora, Toro, Salamanca, siguiendo la conocida «vía de la plata».


Escultura: Podemos reseñar cuatro maestros de variados estilo e influencias:

1.-- Maestro de los Capiteles del Abside, (2ª mitad del siglo XII).

De estilo popular, sus figuras semejan muñecos con ojos de batracio. Temas: Daniel, luchas monstruos, etc. tratados con gran expresividad.

2.-- Maestro del Tímpano del Cordero, (Hacia 1200). Recoge influencias del arte Aragonés del camino de Santiago. La parte superior de este tímpano representa al cordero entre San Juan Bautista e Isaías y la inferior dos ángeles sosteniendo el Crismón. En la orla una inscripción relacionable con el Apocalipsis, cap. V. Es evidente el influjo del arte jaqués.

También se le atribuyen los capiteles del crucero, en que se muestran grifos, luchas de sagitarios con caballeros, etc.

3.-- Maestro del Tetramorfos, (1er cuarto de siglo XIII). Próximo al artífice anterior en su relación con el arte Navarro del camino de Santiago. Realiza los cuatro Tetramorfos del crucero con peculiar forma humana, tal como aparecen en Irache (Navarra) y en Gáceta. Próximos a Irache son también los numerosos canecillos, en cambio los lobos devoradores de corderos en los capiteles de las columnas del coro se relacionan con San Miguel de Estella. A los mismos influjos responden el relieve de la Anunciación, con plegado en tubos de órgano como en Estella, el Caballero y las estatuas-columna de la Anunciación.

4.-- Maestro de la Resurrección, (principios del siglo XIII). muy vinculado al arte del claustro de Silos, sobre todo en la escena del Entierro de Cristo y las tres Marías en diálogo con el ángel. Bajo el arco anexo ilustra el tema de la Anástasis con una expresionista simbología del Infierno.

El gran tímpano del Apostolado, en que se duplica el tamaño de Cristo para expresar su jerarquía, y se evoca el Juicio Final con la presencia de Enoch y Elías, recuerda en sus plegados, castilletes del fondo y acomodación al marco, los machones del claustro de Silos.

 

Lasarte: Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

A dos kilómetros de Armentia se levanta su templo con planta de salón del gótico final. Pero aún conserva en su cabecera unos singulares ventanales románicos, próximos al 1.200, y una hermosa Anunciación.

Ventanal del Sur: Al interior y la exterior se repite la triple arquivolta de medio punto con acantos y roleos que también aparecen, más retorcidos, en los capiteles. Nada hay tan barroquizante en Álava.

Ventanal del Sureste: El interior y exterior se ordenan igual. Las cuatro arquivoltas, y el trasdós al exterior, se cubren de fina ornamentación vegetal, que llega a enlazar seres animados en el dinamismo de las jambas exteriores igual que en Armentia.

Lo verdaderamente destacable en el ventanal es el Apostolado de los fustes, seis en cada cara de la abocinado. Son estatuas-columna con indumentaria de cuidados pliegues y gran dignidad en sus cabezas. Su filiación apunta al tímpano del Aspostolado del vecino pórtico armentiense.

La Anunciación: Fuera de contexto arquitectónico hay otras dos estatuas-columna bajo sendos capiteles vegetales. El ángel Gabriel, sin alas, ostenta un lirio mirando a María, que cruza las manos en atenta escucha sujetando la filacteria de la profecía. Sus graciosas cabezas se cubren con bonete plano dejando escapar las rizadas cabelleras. Ambos personajes muestran más esbeltez, animación y seguridad de proporciones que el Apostolado.


Ventanal de la cabecera de Lasarte.


Son estatuas-columnas representando a seis de los Apostoles, los otros seis aparecen en el interior del mismo vano. Es una excepción el disponer estatuas casi de bulto redondo en los ventanales. Recibe influencias del Apostolado de Armentia.


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Estíbaliz: Basílica de Santa María.

Lugar cargado de historia. Fue fundación monasterial en 1074 y luego cedido en 1138 a los Cluniacenses de Nájera, sin embargo, ha sido más un Santuario que un Monasterio.

Abandonado en el siglo XIX, ha pasado por importantes restauraciones en el XX.

Arquitectura: El templo es de una nave con planta de cruz latina y triple ábside circular. Distinguimos tres épocas en su construcción:

-- Según los fundamentos de los antiguos muros, la primitiva ermita ocupaba el brazo sur del crucero y su ábside actual.

-- Una ampliación de fines del siglo XII organizó la triple cabecera actual y dotó al templo de la magnífica Puerta Speciosa, abierta al sur. Caracteriza este momento una imposta corrida en el muro interior, decorada con besantes.

-- El templo se remata en pleno siglo XIII sobreelvando el tramo central del crucero con una bóveda de ogivas de avanzada técnica cisterciense. Una solución semejante, de sencillas ogivas protogóticas, se adopta para el brazo norte del crucero. En ambos casos apoyan en ménsulas de ángulo. Se concluye la nave, cubierta con bóveda de cañón apuntado y arcos fajones dobles sobre pilastras, y se labra la magnífica pila bautismal. Las restauraciones rehicieron el tramo de los pies y la portada del oeste.


Detalle de la puerta Speciosa de Santa María de Estíbaliz.

La portada de Estíbaliz es el modelo más representativo del románico alavés. Son característicos sus fustes reticuladas. Flanquea la portada este relieve de la Anunciación de talla fina y expresiva.

Escultura: En los Capiteles del interior se distinguen tres manos diferentes:

1.-- Maestro del Pecado Original, hace los cuatro capiteles de la cabecera, cuyos temas son: el Pecado Original, la Expulsión del Paraíso, la Lujuria y la Avaricia, y la Anunciación.

Su modelado claro, simple y tosco recuerda el arte aragonés. Contrasta con el abigarramiento de la puerta Speciosa.

2.-- Maestro de los Capiteles Vegetales, en el flanco oeste del crucero. En los cap. 1 y 2 forma complicados entrelazos de tallos y hojas en el cap. 1 enlazan animales partiendo de una boca de carátula. Más sobrios los cap. 3 y 4, con flor de lis en los caulículos.

3.-- Maestro de las Ménsulas, ya de pleno siglo XIII. En la más destacada, dos damas con libros y un varón apoyan sobre una cariátide que mesa su cabello.

 -- La puerta Speciosa, compendio del Arte Románico alavés, es obra de una Maestro de fines del siglo XII. Sus cuatro fustes reticuladas con sus características redes de encestado y cuadrifolios soportan jugosos capiteles vegetales. En las jambas un encaje de roleos remata en los relieves del Pantocrátor y San Juan Bautista. Las arquivoltas respiran un abierto clasicismo con sus acantos, roleos, entrelazos y besantes. En un ángulo de la portada, el tema de la Anunciación bajo arcos con castilletes pertenece a otro Maestro, que logra mayor comunicación entre el Ángel y la Virgen que el artífice de la Anunciación del interior. Su naturalismo dinámico anuncia ya el Gótico.

 

San Vicentejo: Ermita de la Purísima Concepción.

Lugar muy transitado, una ruta de peregrinación atravesaba por el centro el Condado de Treviño, la que iba desde la capital alavesa hacia Laguardia, pasando por uno de los monumentos más significativos. Bello edificio de piedra de sillería de arenisca, con tonalidades ocres y rico en marcas de cantero. Según consta en una inscripción a la derecha de la portada, con fecha de 1162 estuvo dedicada a San Vicente.

Ermita de San Vicentejo (1,162).

 

La disposición de este ábside es completamente excepcional en nuestro románico. Sorprende la ingeniosa solución arquitectónica para combinar un cuerpo de sección poligonal entre dos semicirculares.

Arquitectura: Planta de una sola nave de dos tramos rematada en ábside semicircular cubierto con bóveda de horno y la nave con bóveda de cañón apuntado, reforzada por arcos fajones que descansan en apoyos compuestos: dos medias columnas y una pilastra de base poligonal en el centro, con bellos capiteles de grandes proporciones, decorados con acantos estilizados y rostros humanos; con talla a trépano y nido de abeja y el collarino invadido por la decoración vegetal nos recuerdan los de la portada de San Vicente de Ávila y en su conjunto podemos compararlos con los de Santa Sofía de Costantinopla.

La originalidad de este edificio se encuentra en el ábside, su exterior consta de cinco paños separados por contrafuertes, a su vez tres cuerpos se superponen en él, produciendo sentido ascensional. El primer cuerpo macizo y de planta semicircular; el segundo poligonal, de tres caras planas en el centro en el que se abren tres ventanales con arco doblado de medio punto y trasdós apuntado, y dos caras curvadas en los lados exteriores. El efecto que produce este cuerpo lo vemos en Eunate y Torres del Río (Navarra). El artista ideó una ingeniosa solución para pasar del segundo cuerpo poligonal al terero semicircular: quebró los elementos de apoyo insinuando un tosco capitel y colocó una especie de pechinas estrechas sobre los ventanales; el tercer cuerpo semicircular y macizo como el primero, decorado con arcos trilobulados de influencia musulmana, sin misión constructiva.

La riqueza que nos ofrece el ábside y los capiteles del interior contrasta con la austeridad de la portada, de arco de medio punto, con siete arquivoltas de arista viva, sin decorar, probablemente de diferentes manos. Podemos compararla con la portada a la ermita del Santo Cristo de Labastida, por su igual número de arquivoltas, abocinamiento y escasa altura.

Influencias que convergen en San Vicentejo:

-- Silense: Según Pérez Carmona, el artista que trabajó aquí fue discípulo del primer artista de Silos. Se caracterizó por la tendencia a las figuraciones vegetales y por su inspiración en la eboraria.

-- Oriental: Se manifiesta en los siguientes aspectos: en dos canecillos de rollos del ábside, en el juego de arquerías superpuestas, según la disposición de la Mezquita de Córdoba; en la organización de los apoyos, ventanales y arcos con efectos de luces y sombras; en los capiteles del ábside y del interior, de corte bizantino; en los arcos trilobulados que coronan el ábside, únicos en el románico treviñés y alavés, aunque se ven en el románico leonés y palentino. Según Francisco Iñiguez, es uno de los pocos edificios occidentales que luce con claridad su influencia oriental, bizantina, importada directamente de Italia, desde Santa Sofía de Padua, Claustro de Monreale, etc.

 

Marquínez: Ermita de San Juan.

Uno de los edificios más bellos y clásicos del románico alavés. Consagrado en 1226, bajo el episcopado de Don Juan Pérez, Obispo de Calahorra.

Fecha que figura en una inscripción a la derecha de la portada.

Arquitectura: Planta de una sola nave de tres tramos, con ábside semicircular y presbiterio más bajo y estrecho que la nave, cubierta con bóveda de horno. Desde el punto de vista de la planta y el sistema de cubrición guarda cierta semejanza con la ermita de San Vicentejo. A ambos lados del presbiterio se abren unos nichos con arcos gemelos de medio punto y mainel, como vemos en Argote, en la ermita de Albaina y San Vicentejo, pueblos próximos a Marquínez.

Al exterior del ábside, dos medias columnas, adosadas al muro, ascienden hasta el alero y en él se abre un ventanal. A media altura corre una imposta ajedrezada que continua por el muro sur, produciendo un corte horizontal. En este muro se localiza la portada de arco ligeramente apuntado, con tres arquivoltas decoradas, y dos ventanales de arco de medio punto con arquivoltas y capiteles ornamentados con hojas de acanto. A los pies del templo se abren dos vanos gemelos abocinados.

Escultura: Concentrada fundamentalmente en la portada y ventanales. La portada presenta tres arquivoltas de temas vegetales, la primera y la tercera de hojas de acanto y la central con guirnalda entrelazada y óvalos escamosos. Motivo decorativo que se repite con frecuencia en el románico alavés, posiblemente inspirado en la puerta «Speciosa» de Estíbaliz y que a su vez sirvió de modelo para la puerta de Laño; la ornamentan capiteles con acantos estilizados y rostros humanos entre el follaje, de influencia jacobea. Los capiteles de los ventanales junto con los del arco triunfal del presbiterio decorados también con acantos de influencia clásica.

Comparando esta ermita con la de San Vicentejo, a pesar de estar ambos edificios próximos en el espacio y en el tiempo, mientras el primero sigue fielmente las normas del estilo, el segundo por el contrario, al interpretarlas libremente, va más allá del románico-clásico. Así pues vemos que en tanto San Juan supone una etapa clásica, San Vicentejo por su parte, encarnaría la tendencia al barroquismo de este mismo estilo.

 

Tuesta: Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. 

Contrasta su alto valor artístico con la falta absoluta de fuente epigráficas y documentales. Para su cronología sólo cabe basarnos en su estilística, según la cual se clasifica entre la segunda mitad del siglo XII y la primera del XIII.

 

Cabecera de Tuesta.

Es uno de los contados edificios que conserva cabecera poligonal. Guarda ciertas semejanzas con las burgalesas de Ameyugo, Miranda de Ebro y otras Palentinas.


Arquitectura: Una sola nave de cuatro tramos con espadaña en el hastial y cabecera poligonal. La cubrición de ésta se realiza con gallones, propios del protogótico, apoyados en columnas que se elevan hasta el arco de las ventanas, surgiendo cuatro gruesos nervios coincidentes en la clave del arco triunfal, con lo que resulta una perfecta bóveda gallonada. Guarda semejanza con la iglesia antigua de San Nicolás de Miranda de Ebro, San Juan de Ortega y Vallejo de Mena, las tres burgalesas. Cada tramo de la nave compartimentado por un arco doblado apuntado y arcos formeros y cubierta con bóveda de ogiva. Cada elemento sustentado se apoya en una fina columna con su capitel decorado, formando así haces de ocho columnillas en el último tramo que no ha sufrido reformas y haces de seis columnillas en los tramos precedentes.

El exterior de la cabecera consta de cinco paños y en cada uno se abren sendos ventanales bajo arcadas de medio punto apoyados en gruesos contrafuertes. En el arranque de estas arcadas nace una columnilla que llega a la altura del alero coronado por un capitel. Tiene ciertas similitudes con el de Ameyugo y Miranda de Ebro, en Burgos; San Andrés de Arroyo y Santa Cruz de Ribas, en Palencia.

Escultura: La piedra clave que corona la bóveda de la cabecera nos proporciona la autoría de este templo. Conserva su primitiva policromía y representa el pantocrator o Cristo en Majestad con corona trilobulada, con la mano derecha en actitud de bendecir mientras que con la izquierda sostiene un libro en el que reza una inscripción. Según la versión de S. Ruíz de Loyzaga se lee: «Oh rico, rico, no creas que vas a vivir para siempre, haz bien a Dios en los vivos, si quieres vivir después de la muerte. Me hizo Elías». Por lo que el Maestro Elias aparece como autor global del templo.

La labor de escultura se puede atribuir a dos manos diferentes, una, la que realizó los capiteles y los canecillos de ábside y los de los apoyos del interior, otra, la portada.

El primer artista representa fundamentalmente temas vegetales, carátulas, cabezas de animales monstruosos, y sobre todo una galería de retratos en el último tramo de la nave.

Posiblemente fue un discípulo del primer artista Silense. Se caracteriza por relieve plano de escasa profundidad, a base de incisiones; barbas y cabellos caen en mechones formando rizos en las extremidades, al igual que las gedejas de los leones; ojos grandes saltones, almendrados y nariz ancha y recta. Estos detalles ofrecen grandes similitudes con los rostros de los apóstoles en el relieve de la Duda de Santo Tomás del Claustro bajo de Silos. Este artista tiene gran sentido. de la inventiva, tendencia al orientalismo y dispone hojas en dos series que se encorvan bajo el peso de piñas o bolas en sus extremos. ¿Coincide acaso este artífice con el Maestro Elías, cuya importancia le mereció la citada inscripción en la clave de la cabecera?.

Maestro de la Portada. De arco apuntado, la voltean siete arquivoltas muy decoradas apoyadas en 14 columnas exentas y jambas con sus respectivos capiteles. Temas: las dos primeras decoradas con motivos geométricos, dientes de sierra y festoneado, relacionado con el románico burgalés y asturiano. La tercera representa ángeles músicos, la cuarta los oficios u ocupaciones de la vida, la quinta monstruos cuadrúpedos, la sexta temas historiados alternando con vegetales y la séptima escenas de la vida campestre y pastoril.

Los capiteles del flanco derecho del espectador, empezando por la derecha, escena infernal, lucha de dos figuras diablescas, San Martín repartiendo la capa al pobre, aves, arpías y centauro atacando a un grifo. Los del flanco izquierdo, leones afrontados con caras humanas, escenas de lucha y de abrazo, flagelación de un hombre desnudo y San Miguel Arcángel en lucha con el dragón. Encima de la portada se representa la Epifanía y la Anunciación en esculturas de bulto redondo y escalonadas. Nos recuerda a la portada de Butrera, en Burgos.


Portada de Tuesta.

 

Singular conjunto escultórico por su riqueza iconográfica plasmada en sus siete arquivoltas sostenidas por capiteles historiados. Coronada por los temas de la Epifania y Anunciación en esculturas de bulto redondo, de fecha avanzada.



Zonas del románico rural.

 

Comarcas del Norte Alavés.

Se engloban aquí las comarcas de Ayala-Amurrio-Llodio, de Urcabustaiz-Orduña, de Zuya-Cigoitia y de Villarreal-Aramayona. Por el norte, confinando con Vizcaya, las delimitan los montes Ganekogorta Gorbea y Amboto. Por el Oeste la sierra Salvada en la muga con Burgos. Al sur y este Guibijo, Arrato y la Llanada hasta el límite con Guipúzcoa por Arlabán.

Según la demarcación de frontera vasco-musulmana hacia mediados del siglo IX, Álava, Ayala y Orduña habían sido siempre poseídas por sus habitantes, es decir sin conocer dominación árabe estable. Y ello a pesar de ser interesantes zonas de paso, en las rutas naturales que van desde la Meseta hacia el Cantábrico siguiendo los ríos Nervión, Altube, etc. La actividad repobladora alcanzó estas comarcas entre el 850 y el 1000, como nos documentan las donaciones a San Millán de monasterios como el de San Vicente de Acosta el 871 o varios en Ayala, tierras, «casatos» en los alrededores de Villarreal el 952, collazos en Cigoitia y Zuya a fines del siglo XI.

Se evidencia en estas tierras una estratificación social muy marcada entre los propietarios que hacen donaciones o los «seniores» que las confirman, y los casatos o collazos, siervos de la gleba. Decisivas para la propiedad señorial eran las «iglesias propias» que en Ayala se mantienen largo tiempo sometidas al patronazgo de laicos, lo que les obliga a aclarar la situación con el Obispo D. Pedro en 1.095.

Ya para entonces sobresale la familia Ayala en su control de las rutas desde Castilla hacia el mar. Además de un sola ayalés se afincan en Orduña y Urcabustaiz, a través de los Zárates controlarán Zuya y Cigoitia, extendiendo sus posesiones hacia la ría del Nervión y hacia Colindres en Santander.


Arte románico:

De los 112 núcleos de población que contabilizan estas comarcas, más de 30 conservan restos románicos, menos apreciables en los valles y más densos en los puntos altos de Cigoitia y Urcabustaiz. A excepción del primitivo tímpano de Añes ya descrito, el arte de estas zonas coincide en su aspecto tardío con el resto del Románico alavés, pero dentro de él le singularizan algunos rasgos peculiares, más claros en algunas áreas a las que sin demasiadas pretensiones calificamos de «focos».

Cabecera de Oyardo.

 

Destaca su gran esbeltez manifestada en sus ventanales superpuestos, característico del foco de Urcabustaiz. También singulariza este foco la decoración geometrizante concentrada en sus capiteles troncocónicos y en las arquivoltas.

El foco de Urcabustaiz, a caballo de la divisoria de aguas, destaca en lo constructivo por la elevación de sus templos, en cuya cabecera superponen dos ventanales, como en Oyardo, Belunza, Gujuli, Uzquiano y Unzá. Lo mismo ocurre en Zárate (Cigoitia) y en Miñano Menor (Villarreal). En lo decorativo, reservado a los vanos, se insiste en la geometrización obsesiva de los temas vegetales. Los capiteles, de típico perfil troncocónico recurren a las incisiones y punteados en el cestillo, organizándolo en bandas paralelas rotas en zig-zag y reduciendo lo vegetal a los tallos, con bolas o círculos concéntricos en los caulículos. Los prototipos más claros están en Oyardo y Belunza, de donde saltan a Lezama y Amurrio, a Guillerma en Zuya, a Miñano Menor, y fuera de la zona a Zuazo, Arriano y Catadiano en Cuartango y a Mendoza en la Llanada.

Otro foco, sólo apreciable en la talla e iconografía de los capiteles aparece en torno a Cigoitia, al pie de Gorbea. Presentan interesantísimos temas animalísticos e historiados con un modelado muy plano y simples incisiones para los detalles. Los prototipos están en Ondategui, Cestafe, Olano yen las figuras del trasdós de un ventanal de Berrícano, con ejemplares muy notables en Domaiquia (Zuya) y en Gujuli (Urcabustaiz).

También quedan recuerdos del arte de Estíbaliz, como los fustes reticulados de Respaldiza, Délica y Urrúnaga. Otros, en cambio, dan muestra de absoluta sobriedad como Uzquiano, Gojain, Abecia y San Pedro de Gorostiza (Cestafe), en línea con ejemplares cuartangueses.


Arquitectura.

Quedan once estructuras completas, de consabida planta de nave única y cabecera cuadrangular. Las bóvedas son apuntadas, algunas ligeramente como en Gujuli y Uzquiano. Excepcional es el caso de Miñano Menor, cuyo tramo delante del presbiterio tiene bóveda de ogivas mientras la cabecera y los dos tramos posteriores la tienen de medio cañón que comienza a apuntarse. La nave de Uzquiano nos brinda algo único en Álava: unos arcos ciegos apuntados se ciñen a lo largo de los muros laterales funcionando como arcos de descarga que adelgazan el muro con una más racional descarga de los pesos. Se aprecian arcos de triunfo en Guillerna, Belunza, Berrícano y en Gujuli donde las columnas adosadas son de sección octogonal. Nichos en el presbiterio conservan Gojain, Miñano Menor, Guillerna, Zárate, Uzquiano y San Pedro de Gorostiza (Cestafe).

Aunque las portadas muestran arco apuntado, los ventanales mantienen el arco de medio punto, salvo uno tardío en San Pedro de Cestafe. Es singular la superposición de ventanales que no falta en ninguna de las cabeaceras románicas de Urcabustaiz, indicio del gran impulso verticalista. El tejaroz pervive en Amurrio, cornisa decorada en Añes y canecillos en 16 templos destacando Gojain; Miñano Menor, Gopegui, Cestafe, Belunza, Amurrio, Unzá y Añes. Sobresalen las pilas bautismales de Luto y Miñano Menor, ésta con pie helicoidal.

En Respaldiza, intestada junto a la portada se lee la inscripción funeraria del Abad. Pedro, era 1205 (año 1167) y en la portada vieja de Gujuli la expresión latina «Jacobi», referencia al titular del templo, Santiago.


Temas decorativos:

Como queda dicho, abundan los geométricos: taqueado, cestería, baquetones, sogueados, medias bolas, zig-zag. Las incisiones imitan en capiteles y arquivoltas las formas de helecho, espiga, círculos concéntricos, etc. En este sentido es muy arcaizante la portada cegada de Gujuli de estilo popular.

En Urrúnaga, Délica y Respaldiza aparecen fustes reticulados como los de la Llanada. Hay algunos vegetales poco naturalistas: acantos estilizados, hojas lanceoladas, bolas con caperuza o con tallos, rosetas y grandes hojas toscas.

Animales: el más característico es un felino, seguramente león, que gira la cabeza hacia su lomo sobre el que alza la cola, con afilados dientes y actitud rampante a veces.

Frecuente el águila, que en Cestafe apresa una liebre.

En los canes de Cestafe, Gopegui y Miñano Menor se ven testas de rumiantes con gruesa argolla en el hocico. Monstruos con colas serpentiformes en capiteles de Cestafe, el pájaro grifo en Domaiquia.

Historiadores: Además de los habituales mascarones en los canes, se emparejan seis veces las cabezas de varón y de dama con toca y barbuquejo. La portada de Ondátegui muestra a San Miguel alanceando al dragón, como en Domaiquia, un Ángel, San Pedro con la llave, un guerrero con la espada desenvainada y un portador de cruz procesional. En los ventanales de Domaiquia aparecen serpientes enroscadas mordiendo los senos a una mujer de cuya boca salen, tema semejante al de la portada de Délica donde además la mujer sostiene sobre su vientre un broquel al rojo vivo, que con las serpientes simbolizan el castigo asignado a la Lujuria por la escatología musulmana.

La serie de Domaiquia continúa con Sansón desquijarando al león, un varón abrazando a dos mujeres, tres varones con báculos, etc. La portada de Cestafe aporta una tosca escena de caza del jabalí a toque de cuerno, con lanza y perro. En la de Betolaza un felino devora aun jabalí. En el ventanal de Berrícano se distingue a duras penas una escena de pesca con red, un Ángel, la Concordia y la Discordia. Esta última se ve en los canes de Unzá y Miñano Menor. Algunos canes de Gojain presentan desnudos masculinos y femeninos. En un capitel de Lezama un músico acompaña a una pareja desnuda, la mujer lleva toca de barbuquejo.

 


La Llanada Alavesa.

Geográficamente presenta forma alargada de Este a Oeste. Al Poniente cerrada por la Sierra de Badaya, al Sur por los montes de Vitoria y la Sierra de Encia, al Norte por las Sierras de Elguea-Urquilla y al Este, por Navarra.

Comprende el Valle alto y medio del Zadorra.

La división de la Llanada en dos partes coincide con las supuestas zonas de ámbito caristio (Occidental) y várdulo (Oriental) a la llegada de los romanos, división que perduraba en la Edad Media. La Llanada ha estado siempre abierta a los caminos, por ella cruzaba la vía romana Astorga-Burdeos cuyo uso medieval es claro, con el peligro de las incursiones musulmanas antes del año 1000. A partir de entonces el control de la comarca estaba en manos de los «Milites alabenses», un embrión de poder que luego cristalizaría en la Cofradía de Arriaga.

La población medieval era exclusivamente rural, con hidalgos dedicados fundamentalmente a la agricultura y asentados en pueblos de pequeño vecindario, unos 30 vecinos, según la Reja de San Millán; esto va dar lugar aun arte religioso también rural, con templos de dimensiones reducidas, cuya floración va a comenzar a fines del siglo XII y se prolonga durante el siglo XIII. En este próspero siglo se intensifica el comercio hacia la frontera pirenáica y los puertos de Vizcaya, Guipúzcoa y Santander, adquiere auge la
ruta jacobea de San Adrián. Muchos de los edificios aunque mantiene la tradición románica en su estructura, conservan elementos característicos del protogótico.


Llanada Occidental.

Arte Románico:

De los 96 pueblos que comprende la Llanada Occidental, 55 conservan restos románicos. Aunque muchos de los edificios han sufrido reformas en épocas posteriores, otros, conservan su estructura románica, como son los de San Miguel de Abechuco, Argandoña, Acilu, Hueto Arriba, Legarda, Ullívarri-Arrázua, Ullívarri-Viña y las ermitas de Santa María de Ayala en Alegría, San Juan de Elburgo y San Pedro de Quilchano.

 

Detalle de la portada de Lopidana.

 

En esta portada apreciamos una de las características singulares del románico alavés: los fustes decorados con motivos reticuladas imitando los trabajos de cestería, es claro el parentesco con la de Estíbaliz.

 

Arquitectura:

Constan de una sola nave, unas con cabecera semicircular: Argandoña, Hueto Arriba, Troconiz, Santa Mª de Ayala y San Juan del Elburgo y otras con cabecera recta: San Miguel de Abechuco, Acilu, Gardélegui, Ullívarri-Viña y San Pedro de Quilchano.

El sistema de cubrición, unas con bóveda de medio cañón como las naves de Mandojana y Crispijana y las cabeceras de Hueto Arriba y San Juan de Elburgo; otras, con medio cañón apuntado por ejemplo las naves de San Miguel de Abechuco, Santa Mª de Ayala, Gardélegui, Guereñu, Hueto Arriba, Legarda, Monasterioguren, Ullívarri-Viña etc. 

Bóvedas con «ogivas» se localizan en los presbiterios de Acilu y Gáceta, en el tramo de debajo de la torre de Legarda, en el pórtico de Erenchun y en los arranques de la nave de Quilchano.

En general las bóvedas de cañón aparecen reforzadas con arcos fajones de sección rectangular. El sistema de apoyos de estos arcos se realiza mediante pilastras rectangulares que llevan adosada una media columna con su capitel decorado, en otros casos se apean simplemente en pilastras con imposta.

Las portadas y los ventanales son los dos elementos que más han perdurado en el Románico de la Llanada Occidental. Unas 25 portadas son de arco apuntado, compuestas de varias arquivoltas y casi todas llevan decoración. Muy pocas son las de arco de medio punto: la de Zuazo de Vitoria, Aberásturi, San Miguel de Abechuco y la de Hueto Arriba. El número de las columnas varía en correlación con las arquivoltas y avanzada ya la primera mitad del siglo XIII, se dan ejemplos en que las columnas se convierten en pilastras con un baquetón en el ángulo, como en Adana, Chinchetru, Santa Mª de Ayala y Ullívarri-Arrazua. Según Gudiol se trata de un hecho curioso que no se da en ninguna otra región española.

Los ventanales son en general también de arco apuntado, con varias arquivoltas. Escasos los de arco de medio punto, como los de Argandoña, Acilu, San Juan de Elburgo, Ullívarri-Viña, Crispijana...

Muchos templos aún conservan hiladas enteras de canecillos que cobijan gran belleza ornamental, entre los que podemos citar: Añúa, Hueto Abajo, Oreitia, Matauco, San Juan de Elburgo y Santa Mª de Ayala.

Conserva su espadaña exenta Subijana de Alava. Otras han sufrido añadidos: Hueto Arriba y Hueto Abajo, Villodas y Zumelzu; formando parte de la torre actual: Lopidana y Abechuco.

Las pilas bautismales: un grupo se caracterizan por la copa semiesférica y pie de cuatro columnas redondas adosadas a un núcleo central, otro por su pie redondo cubierto de ajedrezado: Estarrona y Chinchetru y por último las de Ullívarri-Viña y Margarita con el pie clásico y abundante decoración en la copa.


Temas Decorativos:

En los temas geométricos adquieren gran personalidad en esta zona los fustes reticuladas a base de flores cuadrifoliadas y encestados que decoran las portadas de Argandoña, Lopidana y Hueto Arriba y los ventanales de San Pedro de Quilchano. Festoneados, medias bolas, taqueado, besantes, bolas con caperuza, son motivos abundantes.

Entre los motivos vegetales es frecuente el tallo entrelazado con motivos escamosos en el centro: Arzubiaga, Betoño; hojas picudas que envuelven piñas: San Miguel de Abechuco, Arzubiaga, Betoño y Gamarra Menor: los acantos predominan en toda la Llanada y las carátulas de cuyo rostro surgen motivos vegetales son también abundantes.

Temas animalísticos: el águila en presa sobre cuadrúpedo es un tema que se repite en Añúa, Hueto Abajo, Lubiano y Matauco.

Temas historiados: la Dama y el Caballero decoran las portadas de Durana y Otazu, ventana absidial de Argandoña, ménsulas para el trasdós en los ventanales de Ali y Lopidana y en el ventanal de Santa María de Ayala y en la torre de San Miguel de Abechuco.

Entre los temas historiados de tipo religioso: un Obispo con báculo y mitra bendiciendo, en Ullívarri-Arrázua; un sacerdote revestido con casulla en Argandoña. El tema del caballero en Oreitia y pila bautismal de Margarita, el Tetramorfos en Gáceta, ángeles y seres alados en Añúa, Hueto Abajo y Oreitia.

 


Llanada Oriental:

 

Arte románico:

Sobre un total de 42 pueblos, 28 templos conservan restos románicos; todo han sufrido restructuraciones, pero menos los templos de despoblados reducidos a simples ermitas. Salvo las excepciones del Románico primitivo, los demás se pueden adscribir al siglo XIII. Casi la totalidad ve generalizarse el arco apuntado en portadas o en el perfil de las bóvedas, no en los ventanales, de medio punto.


Arquitectura:

Todas las plantas son de nave única y la mayoría de cabecera recta. Hay contadas excepciones de ábside semicircular en Gateo, Alaiza y Santa María de Ula (Salvatierra), lugares próximos a los puertos de Guereñu, San Juan y Opacua que comunican la Llanada con las tierras del sur. Otra excepción es Ezquerecocha, que marca la transición al gótico con su ábside ochavado y mantiene un doble nicho algo tardío en el prebiterio. Bóveda de cañón sólo queda en la iglesia vieja de Larrea y San Juan de Amamio (Araya).

Nave completa de cañón ligeramente apuntado en Alaiza, Gateo y San Martín de Salvatierra. Escasean los apoyos de medias columnas, presentes sólo en Amamio, Gateo, San Martín de Salvatierra y los tardíos del ábside protogótico de Ezquerecocha.

Predominan las portadas apuntadas. De medio punto hay en San Román de San Millán, Ezquerecocha y una puerta secundaria de Ozaeta. Además de las primitivas de herradura, hay algunas aspilleras lisas en Gateo, Arriola, Mezquía y Larrea, pero predominan los ventanales abocinados de medio punto. En Alaiza y Ocáriz se han conservado restos de un singular «pórtico-enterrorio» con doble portada románica en cada caso. La torre de Arriola es única en el Románico alavés por los elegantes arquillos ciegos de su cuerpo bajo, apoyados en medias columnas o en ménsulas. Sobresale la pila bautismal de San Román de San Millán por el sabor popular de sus motivos con rasgos orientalizantes.

 

Torre de Arriola.

 

Este es uno de los escasos ejemplares de torre-campanario conservados en Álava. El cuerpo inferior va decorado con amplios arquillos ciegos que apoyan en medias columnas o ménsulas.


Temas decorativos:

El influjo cisterciense se manifiesta en la preferencia por los temas geométricos más simples: baquetones, taqueado, bolas, besantes. El gusto popular impone las rosetas inscritas en círculos. Los temas de aire mudéjar de la portada de Gordoa empalman con otros semejantes de la Llanada Occidental.

Los vegetales evolucionan desde hojas planas casi incisas, pasando por las palmetas y acantos estilizados hasta llegar al naturalismo del ventanal apuntado de Ezquerecocha donde se distinguen hojitas de encina con sus bellotas. Los fustes y los tallos vegetales de Ocáriz son un mundo aparte que llevan directamente al área de Estíbaliz.

Aparte de lo monstruoso o irreconocible, lo animalístico se reduce a una cabeza de león y león rampante en Luzuriaga, un doble cuerpo de león con una sola cabeza y un águila en el ventanal de Amamio, y el águila en presa de Ezquerecocha.

En los temas humanos e historiados destacan por su rusticidad las cabezas y figuras en los canes de San Julián de Aistra. Aparece una escena infernal poco clara en Amamio, figuras orantes en Ezquerecocha, pequeños «atlantes» en Gateo y Arriola, el Cristo Cordero y el Ángel músico en los medallones de la portada de Luzuriaga, cuyo trasdós arranca de las cabezas de un varón coronado y de una bella dama sólo comparable en sus finos rasgos a la del nicho de Ezquerecocha. La portada de Gordoa aporta el castizo tema alavés de la dama con atoca y barbuquejo y su «pendant» varón, con la variante de que a éste le brotan serpientes de la boca.

 


Valles Occidentales.

 

Valdegovia y la Ribera del Ebro.

Ocupan una estrecha faja al oeste de la provincia. Sus límites: al norte la Sierra de Arcamo y de Badaya, al oeste la provincia de Burgos, al este el Condado de Treviño y al sur el río Ebro.

Zona de tránsito entre Castilla y Vasconia, rutas jacobeas penetraron en Álava y precisamente aquí en Valdegovía confluían diversos caminos, estas tierra durante los siglos IX al XI viven momentos de paz ante el peligro musulmán. También la atravesaron rutas comerciales que iban desde Castilla a los países de Europa a través de los puertos del Cantábrico, se comerciaba la lana, la sal que abastecía a Castilla y parte procedía de Salinas de Añana, era un producto básico en la economía medieval. Esta expansión económica junto con las rutas que fueron vehículo de cultura, noticias, costumbres y arte nos refleja el auge constructivo.

 

Ventanal exterior del ábside de Astúlez.

 

Extrema sencillez en sus proporciones y decoración. Resaltan sus capiteles principalmente el que muestra una ingenua escena de pesca.

Desde muy temprano estuvo esta zona poblada de monasterios, se cuentan 38 entre los siglos IX y XII, algunos datados desde fecha muy antigua como el de Tobillas (822).

Buen número de los templos románicos rurales cambiaron su fisonomía a partir del siglo XVI, perdiendo su estructura románica y algunos conservaron su primitiva cabecera, portada y ventanales.


Arte románico.

De los 93 pueblos que comprende esta comarca, aproximadamente en 33 hay restos románicos, muy dispersos y fragmentados, incluyendo el románico primitivo.

La ermita de Sobrón, Ribera, Subijana-Morillas, Nanclares de la Oca y Astúlez son los que mejor han conservado su estructura románica.


Arquitectura:

Estos templos constande una sola nave, cubierta con bóveda de cañón apuntada y reforzada por arcos fajones que se apoyan en pilastras con imposta moldurada que corre a lo largo de la nave, a excepción de Ribera con columnas. Son de cabecera semicircular: Valluerca, Sobrón, Astúlez y Nanclares de la Oca, cubiertas con bóveda de horno. El vano del ábside va desde una saetera como en los dos primeros casos, a un amplio ventanal como en Nanclares. Tiene cabecera recta: Ribera, Parroquia de Carcamo, Subijana,
Morillas, Manzanos, Comunión, San Pelayo (en ruinas).

Predominan las portadas de arco apuntado, salvo las dos de Villamaderne y la de Villanueva de la Oca de medio punto. Abundan las arquivoltas blaquetonadas y sin decorar, a excepción del trasdós con taqueado: Astúlez, Basquiñuelas y medias bolas en Villanueva de la Oca.

Entre los ventanales que se han conservado fuera de los de la cabecera, tenemos dos en Hereña, uno en Villaluenga, y otro en Alcedo rico en ornamentación relacionado con el románico de La Rioja Alta.

Encontramos una espadaña románica en Ribera a los pies del templo y otra exenta en Villamaderne, de tres pisos que voltean sobre un gran arco apuntado con función urbanística.

Las pilas bautismales que nos han llegado son muy pocas y de escasa decoración: Hereña, Pobes y Basquiñuelas, ésta ornamentada con temas animalísticos y sogueado. Hiladas de canecillos localizamos en Corro, Tobillas, Valluerca, San Miguel y Subijana-Morillas.


Temas decorativos.

Geométricos: sogueado en Basquiñuelas y Valluerca, trenzado con contario en los ventanales de Alcedo y Hereña, la decoración de bolas en Valluerca y Sobrón, apareciendo aquí los canecillos de rollos en el ábside, cabezas de clavo en reticula de talla plana en el ventanal de Nanclares de la Oca.

Vegetales: acantos de hoja picuda en los ventanales de Manzanos y Nanclares, hojas de vid en los capiteles del interior de Ribera y flores cuadrifoliadas de hoja carnosa en Alcedo.

Temas animalísticos: decoran la pila bautismal de Basquiñuelas, dos palomas en un canecillo del ábside de Sobrón, cabezas monstruosas en el ventanal de Comunión, centauro lanzando flechas en la portada de Ribera y el águila en presa en el ventanal de la cabecera de Subijana-Morillas.

Temas historiados: tres guerreros con atuendo medieval en la portada de Ribera, escena de pesca en el ventanal de la cabecera de Astúlez, carátulas en Hereña, rostros de delicadas facciones en Alcedo y tres cabecitas en dos capiteles de la cabecera de Subijana-Morillas.

 


Cuartango.

En el oeste alavés, surcado por el Bayas se abre el valle de Cuartango entre las sierras de Arcamo, Badaya, Arrato y Guibijo. Atestigüan su fuerte romanización los topónimos en -ANO (Arriano, Sendadiano, etc.), indicativos del nombre del «possesor» de fundos o villas, también una estela funeraria en Urbina de Basabe y las ofrendas monetales al «genio» de Solacueva (Jócano). Zona de pasos escondidos entre las sierras y tempranamente repoblada, con monasterios como los de Corcuera (950) y Lupudiano (1070), sus veinte pequeños núcleos mantienen desde entonces casi hasta hoy el equilibrio de población.


Arte románico:

Al menos dieciséis templos evidencian restos románicos, lo que supone la densidad más alta de la Provincia. Una aspillera de Urbina de Basabe es la excepción frente al tardorrománico rural atribuible al siglo XIII del resto.

El románico cuartangués, teñido de austeridad, se emparenta con el foco de Urcabustaiz en la tendencia geometrizante y estilizada de su decoración y en la esbeltez de templos como los de Catadiano y Sendadiano.


Arquitectura.

Todos responden al modelo de nave única, corta y cabecera recta. El arco triunfal con columnas adosadas diferencia la nave del presbiterio en Aprícano, Catadiano y Sendadiano. Las bóvedas muestran apuntamiento ligero en Archúa, Marinda, Zuazo y Sendadiano, más claro en Jócano y sólo en la cabecera de Catadiano y Aprícano.

Las portadas, apuntadas menos la de Marinda, son lisas y muy sencillas salvo las de Jócano, Ullibarri y la más cuidada de Zuazo. Como es norma en Urcabustaiz, Catadiano presenta dos ventanales superpuestos en la cabecera, prueba de su esbeltez. La mayoría de los templos conservan canes lisos con las excepciones de un mascarón en Ullibarri y un rollo grueso en Tortura.

Las pilas bautismales de Arriano y Zuazo son ejemplares magníficos con sus bandas de motivos geométricos incisos, próximos a los temas decorativos habituales en Urcabustaiz y Cuartango. La de Santa Eulalia, muy interesante y con pie de ocho columnas, está más cerca del gótico.


Temas decorativos:

Zuazo, cabeza del valle, sobresale como prototipo por su riqueza decorativa. Los esbeltos capiteles troncocónicos de su portada y ventanales y la decoración geométrica casi incisa reflejan el mismo estilo de Oyardo y Belunza en Urcabustaiz. El modelo de ventanal de Zuazo, con sogueado y acantos en las arquivoltas, se repite en Arriano y Catadiano.

Hay también coincidencias entre las portadas de Jócano y Ullibarri, trasdosadas de taqueado que también invade las impostas en los ventanales de Arriano y Catadiano. Los capiteles, troncocónicos, se cubren de acantos estilizados en Ullibarri o Sendadiano y más frecuentemente de tallos que rematan en bolas o piñas como caulículos: Aprícano, Arriano, Zuazo, Sendadiano y Catadiano.

El tema del león con cabeza en giro hacia atrás, como aparece en Urcabustaiz y Cigoitia, se reseña en Catadiano y Ullibarri. La pareja de la dama con atoca y barbuquejo y el varón, tema tan alavés, se repite tres veces en Zuazo y dos en Catadiano. La portada de Jócano ofrece el tema de carátulas vomitando tallos vegetales.


Montaña-Treviño.

En este apartado distinguimos dos zonas de personalidad definida. Una, el Arciprestazgo de Treviño-Albaina que comprende practicamente el Condado de Treviño y los pueblecitos al Sur y Este del Conado y otra, el Arciprestazgo de Campezo y la zona de Arraya y Laminoria.

Arciprestazgo de Treviño-Albaina: cerrado al Norte por los Montes de Vitoria, al Sur por la Sierra de Toloño, al Este por los montes de Izquiz y al Oeste por el río Ayuda.

Durante la Alta Edad Media se establecieron en estas tierras pequeñas comunidades paleocristianas, que habitaron en cuevas artificiales, pero las fuentes documentales no hablan más que a partir del siglo XI. Según la «Reja de San Millán» en este siglo ya estaba poblado el Condado, a excepción de la zona occidental y del bajo Ayuda. Pero no quedan restos artísticos de esta primera etapa pobladora. La fundación de la villa en el siglo XII y la prosperidad que vive en el siglo XIII, trae como consecuencia un fuerte aumento de la población. Este momento nos ha dejado la riqueza de los templos románicos y en algunos consta su fecha de erección: San Juan de Treviño (1.251), Santa María de Peñacerrada (1.256).


Arte románico:

De los 51 pueblos que comprende este Arciprestazgo, 36 conservan restos románicos. Fechables la mayoría a partir del siglo XIII. Los templos que conservan mejor su estructura románica son: Ascarza, Uzquiano, Pedruzo, Arana, Franco, Argote y la ermita de Nuestra Señora del Granado en Albaina.


Arquitectura:

Presentan planta de una sola nave, con cabecera recta y tienen ábside semicircular Busto y San Martín de Zar. Se cubren con bóvedas de cañón apuntado y arcos fajones, algunas ermitas y tramos de iglesia la conservan de medio cañón, apoyados en columnas adosadas a pilastras. Las cabeceras rectas con tejado a doble vertiente se abren con un ventanal. Solamente se conservan dos vanos superpuestos en Samiano, Argote y Ascarza. Las de cabecera semicircular con bóveda de horno.

Predominan las portadas de arco apuntado con arquivoltas-baquetonadas sin decorar, algunas ofrecen en su trasdós cuadrifolios como las de Saraso, San Martín Galvarín y la ermita de Albaina. Con decoración vegetal las de Dordoniz, Franco, Laño y Ochate; con temas historiados la de Peñacerrada y Treviño. La mayoría carecen de tímpano, en las que se conserva es liso y descansa en grandes ménsulas con cabezas monstruosas: Aguillo, Saraso y Peñacerrada. Según Torres Balbás «deben calificarse como creación artística de las peregrinaciones». Es la única zona que conserva pórticos románicos, uno completo, el de Arlucea, y otro, conservado en parte, el de Laño.

Son destacables la pila bautismal de Treviño con ornamentación vegetal, la de Muergas y la de Torre decoradas con castillos y leones y las de Argote y Doroño con vegetales y rostros humanos.


Temas Decorativos.

Geométricos: puntas de diamante, cuadrifolios, cuadrados rehundidos, rosetas geométricas, son motivos que predominan en las arquivoltas y en el trasdós de las portadas.

Reticuladas, encestado, zig-zag decoran los fustes de las columnas en Pedruzo, Fuidio, Araico y Arlucea.

En los temas vegetales hacemos una distinción entre vegetación clásica y naturalista. Vegetación clásica: acantos estilizados, tallos entrelazados con elementos escamosos, tallos curvados, hojas palmetas, rosetas de carnosos cuadrifolios, cardinas, rostros humanos entre el follaje, hojas salientes de la boca de carátulas, penachos de hojas puntiagudas y bolas entre ellas, decoran arquivoltas y capiteles de portadas y ventanales. Vegetación naturalista: hojas de vid en San Martín Galvarín, palmetas con piñas en Dordóniz, helecho en el ventanal de Laño, hojas de roble en Treviño, de encina en Peñacerrada y Treviño.

En los temas animalísticos también distinguimos entre los naturales y monstruosos. Fauna naturalística: con muestra de su variedad tenemos un elefante en la portada de Busto, monos en las arquivoltas de Dordóniz, el cerdo en Araico, águila en presa en Uzquiano, Ascarza y Aguillo, leones y lechuza en Treviño. Entre la fauna monstruosa: arpías en Treviño y Uzquiano, lucha entre saurios, cuadrúpedos y aves en Fuidio, aves picoteando un rostro en Uzquiano y con testas de galgo en Pedruzo.

Dentro de los temas historiados de tipo profano: escenas de caza en Saraso, la matanza del cerdo en Busto, Aguillo y Uzquiano, el mensario y los signos del Zodiaco en Treviño, la Dama y el Caballero en Arana, Castillo y León en Franco.

 



Portada de Saraso.

 

Su iconografía es una de las más ricas del Condado de Treviño. Los capiteles de la derecha nos muestran una escena de caza del jabalí, Santas, Cristo triunfante y el Martirio de San Pedro.

Los del lado izquierdo la Concordia y la Discordia, escenas de caza a caballo con perros y el Martirio de San Andrés.

A parte del tema de Adán y Eva en Aguillo, la portada de Saraso nos ofrece un rico conjunto de iconografía religiosa con los temas del Martirio de San Andrés y el de San Pedro, el Cristo triunfante y el tema de la Concordia y Discordia.


La Montaña:

Comprende las comarcas de Arraya, Laminoria, Arana, Campezo y alto valle del Ega, situadas al este de la Provincia, junto a la Navarra media. Los montes de Iturrieta, Encia, Izquiz, Cantabria, Codés la convierten en zona abrupta y a la vez protegida. Al amparo de la sierra de Cantabria se hacía antes del año 1000 el «paso de ronda» desde tierras de Miranda hacia Navarra por el valle del Ega sin miedo a los musulmanes. Otros pasos escondidos enlazaban más tarde la Llanada con la Rioja o Estella, en rutas de enlace para
el Camino jacobeo, por lo que cobraron importancia la Abadía de Santa Pía (Cicujano) desde el siglo XI y el histórico Arcedianato de Berberiego, con sede junto a San Vicente Arana. Comarca fronteriza, recibieron Fueros de reyes navarros (Bernedo y Antoñana en 1.182) o castellanos (Contrasta, Corres, Santa Cruz en 1.256). La pujanza económica de los siglos XVI y XVII sustituyó por otros nuevos muchos de los elementos románicos.


Arte románico:

De los 39 pueblos comprendidos, 30 templos conservan algún resto románico, cuyo denominador común es la simplicidad estructural y la austeridad «cisterciense» en lo decorativo, lo que es muy claro en el foco de Arraya-Laminoria.

A excepción de lo primitivo (Cicujano) es atribuible en bloque al siglo XIII, y se despide con el brillante final de la portada de Bernedo por la que corren los nuevos aires del naturalismo gótico.


Arquitectura:

Son plantas de nave única, y aunque persiste la tradición de cabeceras rectas se cuentan cuatro ábsides semicirculares en otras tantas ermitas situadas en dos rutas altomedievales: la del río Berrón, ermitas de La Soledad (Atauri) y Nª Sª del Campo (Antoñana) y la del valle de Arana, ermita de Nª Sª de Elizmendi (Contrasta) y Andra Mari (Ullibarri Arana). Esta última conserva su estructura completa como también otras de cabecera recta: Musitu, Vírgala Menor, y la Virgen del Campo. Esta ermita de Maestu, con interesante arco de triunfo, es el monumento más completo, verdadero prototipo de la zona en estructura y decoración. Atauri y Leorza conservan tres tramos a los pies. Sus bóvedas aparecen ya apuntadas, menos en Vírgala Menor con bóveda de cañón pero ya con fajones apuntados y nervios protogóticos en la cabecera. Los cuatro ábsides semicirculares se cubre con bóveda de horno.

Hay una docena de sobrias portadas de arco apuntado, siendo excepción la ermita de Andra Mari en Ullibarri Arana, cuyo perfil es de medio punto tendente ala herradura. Los ventanales son de medio punto en la Virgen del Campo (Maestu), Leorza y Villaverde; ya apuntados en Alecha, La Soledad (Atauri) y Sabando.

Los canes abundan; en Elizmendi están inspirados en las estelas romanas contiguas, otros soportan interesantes tejaroces en Pipaón, Obécuri y sobre todo en la Virgen del Campo (Maestu). Como resto de espadaña, la intestada en la cara oeste de la torre de Obécuri. Pilas valiosas hay en Quintana y Urturi, pero las de Roitegui y Onraita son auténticas joyas dentro de la Provincia por su castiza decoración geométrica.

 

Portada de la Ermita de la Virgen del Campo de Maestu.

 

Se puede considerar a esta ermita como prototipo de la Montaña en su estructura y decoración. Esta última insiste en temas geométricos o simples incisiones llevando al esquematismo los temas vegetales. En los canecillos se combinan originales cabezas con modillones de rollos.


Temas decorativos:

Hay un claro predominio de los temas geométricos con tendencia a la máxima sobriedad que es patente en los temas de las arquivoltas: baquetones, taqueados y dientes de sierra cuando no molduras lisas. Pero más Característico es que la talla se resuma en simples incisiones como en el foco de Arraya-Laminoria: portada de Musitu, ventanales de Sabando, Alecha, y sobre todo en las portadas de Cicujano, San Martín de Güesal y Virgen del Campo (ambas en Maestu), donde coinciden con temas de cabezas de clavo y con un tratamiento muy plano y geometrizado de ciertos vegetales ya irreconocibles. Hay sogueado en Leorza y La Soledad (Atauri).

Los escasos vegetales tienden a la estilización como los capiteles corintios en las portadas de Pipaón, Obécuri, o los acantos de ésta y de la Virgen del Campo y las cardinas de Leorza. En cambio la hojarasca naturalista anuncia ya el gótico en la portada de Bernedo.

La animalística sólo aporta un oso y otra fiera en los canes de la Virgen del Campo (Maestu), un verraco en los de Elizmendi (Contrasta) y un león en un capitel de Pipaón.

Entre los historiados, en general toscos, aparecen dos aves (Pipaón) y dos grifos (Virgen del Campo) afrontados junto a los oídos de sendas figuras humanas. A destacar una deteriorada escena de banquetes en un capitel, conservado en Alecha, un tosco Crucificado en un can de Elizmendi, el San Mateo y San Marcos del Tetramorfos inacabado en la pila de Quintana, unas cabezas de varón y dama con toca de barbuquejo, y un clérigo en la Virgen del Campo (Maestu). La portada de Bernedo ofrece, ya más elaboradas, escenas agrícolas, de caza, del Pecado Original, del Infierno y de Angeles.


Rioja alavesa.

Al pie de la sierra de Cantabria-Toloño se extiende esta comarca natural de la Sosierra hasta orillas del Ebro. En la Edad Media era un firme feudo navarro. Sancho el Sabio dio fuero a Laguardia en 1.164 y Sancho el Fuerte a Labraza en 1.196. La fuerte influencia monasterial tuvo dos vertientes: San Millán de la Cogolla, abierta a Castilla y San Salvador de Leire, con influjos navarros y transpirenaicos.

Cruza la comarca una rama del Camino de Santiago que va desde La población, por Cripán, Elvillar y Laguardia, hasta el Ebro. Por ello y por ser cabecera comarcal se sitúa el principal foco románico en Laguardia, menos en Labastida y el resto son testimonios aislados que han perdurado a pesar de las ampliaciones de templos en el siglo XVI y siguientes.

-- Laguardia: Santa María de los Reyes: Sus restos románicos dispersos acusan un doble momento:

Primitivo (1.ª mitad del siglo XII): un lienzo del muro norte con arquillos ciegos de tipo lombardo. Ejemplar único en Álava. De la misma época es un austero relieve del Salvador con nimbo, intestado en lo alto de la torre abacial.

Avanzado (hacia el 1200): La continuación del muro norte citado, ya con arquillos apuntados apoyados en columnillas prismáticas. En el interior del templo, hacia los pies, muestra de la influencia del Císter navarro (Colegiata de Tudela, La Oliva, etc) quedan varios pilares y columnas adosadas.

En esta época tuvo origen la torre abacial, pues bajo la cornisa se reconocen como románicas en los cuatro costados sendos pares de ventanales apuntados.

-- Laguardia: San Juan Bautista: Lo que hay es también fechable hacia el 1.200. Portada Sur: ligero apuntamiento en sus cinco arquivoltas baquetonadas. Los fustes de la izquierda se decoran con hojas de palmera imbricadas o con malla de flores. A la derecha, a tamaño natural, el Ángel y la Virgen de la Anunciación, ambos con elegantes plegados. El San Gabriel alado, de rostro varonil, con nimbo y espesos rizos alza su diestra hacia María, una doncella de larga toca, coronada por dos ángeles y sobre estos un capitel muy expresivo con el tema de la Dormición-Asunción de María. Por encima de la portada un óculo con figuras desbordantes de gracia y fantasía y el tejaroz con canes de modelado perfecto.

-- Labastida: Ermita de Santo Cristo: Amplia portada con seis arquivoltas baquetonadas de medio punto. Capiteles historiados y vegetales. El interior conserva soportes, y adosados al exterior hay varios capiteles con mascarones.

-- Santa María de Berberana: ligero apuntamiento en la portada, singular por su doble arquivolta dentada. Cabecera cuadrangular y arco de triunfo apuntado.

También conservan restos Nuestra Señora de Torrentejo, de ábside semicircular (Labastida), Santa María de Cripán, Santa María de Villabuena y la Asunción de Viñaspre.


Detalle del flanco derecho de la portada sur de la Parroquia de San Juan. Laguardia.

 

Estatuas de bulto casi redondo representando la Anunciación del ángel a María, responde a una clara influencia francesa. Único ejemplo en portadas alavesas en que el fuste es sustituido por estatuas.

 

 

BIBLIOGRAFÍA.

 

--LÓPEZ DE GUEREÑU , Gerardo Álava Solar de Arte y de Fe Publicado por la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. Vitoria, 1962.

--LÓPEZ DE GUEREÑU, Gerardo Andra Mari en Álava. Iconografía Mariana de la Diócesis de Vitoria. Publicado por la Diputación Foral de Álava. Vitoria, 1982.

--LATXAGA Iglesias Rupestres Visigóticas en Álava. La capadocia del País Vasco o el complejo rupestre más importante en Europa. Ed. La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, 1976.

--MALAXECHEVERRIA, Ignacio El Bestiario Esculpido en Navarra. Publicado por la Institución Príncipe de Viana. Pamplona, 1982.

--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa Y COLABORADORES. Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria.

Tomo 1: Rioja Alavesa.
Tomo 2: Arciprestazgo de Treviño y Campezo.
Tomo 3: Ciudad de Vitoria.
Tomo 4: Llanada Occidental.
Tomo 5: Llanada Oriental y Valles de Barrundia, Arana, Arraya y Laminoria. Publicado por la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. Vitoria, 1967-68-68-75 y 1982.

--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa. Álava Artística y Monumental. Diccionario Enciclopédico Vasco. Vol. I. Auñamendi San Sebastián, 1970.

--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa. Arte Románico. Raíces y Evolución. Álava en sus manos. Publicado por la Caja Provincial de Ahorros de Álava. Vitoria, 1984.

--RUÍZ DE LOYZAGA, Saturnino. Monasterios altomedievales del Occidente de Álava. Valdegobía. Publica, Diputación Foral de Álava, Vitoria, 1983.

--RUÍZ DE LOYZAGA , Saturnino. El Templo Parroquial de Tuesta. Revista Institución Sancho el Sabio. Págs. 55 a 85.

--SEBÁSTIAN LÓPEZ, Santiago. Mensaje del Arte Medieval. Ediciones Escudero. Córdoba. 1978.

--WEISBACH , WERNER. Reforma Religiosa y Arte Medieval. Las influencias de Cluny en el arte románico occidental. Espasa Calpe. Madrid, 1949.

--FATAS, Guillermo Y BORRAS, Gonzalo M. Diccionario de Términos de Arte. Y Elementos de Arqueología y Numismática. Ed. Anatole. Zaragoza, 1973.

 

 


VOCABULARIO BÁSICO DE TÉRMINOS ARTÍSTICOS.

 

--ACANTO: planta con cuyas hojas se adornaban los capiteles corintios y en algunas ocasiones molduras.

--ARCO: Fajón: el que sostiene la bóveda separando los tramos. Triunfal: el que separa el presbiterio de la nave.

--ARPÍA: monstruo mitológico, mezcla de un busto de mujer y un cuerpo de ave rapaz.

--ARQUIVOLTA: conjunto de arcos abocinados que forman una portada.

--ASPILLERA ó SAETERA: pequeño vano estrecho.

--BAQUETÓN: moldura redonda que sustituye a la arista.

--BARBUQUEJO: cinta que sujeta un tocado a la cabeza pasando por debajo de la barbilla.

--BESANTES: motivo ornamental a base de discos resaltados.

--BÓVEDA: - de cañón: originada por el desplazamiento de un arco de medio punto a lo largo de un eje longitudinal. 

--e horno: la que consta de un cuarto de esfera, y por lo general cubre el espacio del ábside semicircular.
--e «Ogivas»: originada por arcos de medio punto de sección rectangular cruzados como nervios, de origen mozárabe.

--CANES: modillones o repisas en que se apoyan los salientes de una cornisa o tejado.

--CRISMÓN: Monograma de Cristo, formado por sus dos primeras letras en griego: X (ji) y P (ro).

--DIENTES DE SIERRA: ornamentación de ángulos entrantes y salientes yuxtapuestos alternativamente.

--EBORARIA: arte de trabajar los marfiles.

--EPITAFIO: inscripción funeraria.

--ESPADAÑA: pared elevada sobre la fachada, que sirve de campanario. Suele poseer uno o más vanos en donde se ponen las campanas y generalmente remata en piñón.

--EXTRADOS o TRADOS: superficie externa y convexa de un arco o bóveda.

--FESTONEADO: decoración con ondulaciones convexas.

--FUSTE: parte de la columna situado entre el capitel y la basa.

--GRAFITOS: inscripciones hechas en las paredes.

--GRIFO: animal con cabeza y alas de águila y cuerpo de león.

--HORNACINA: hueco coronado por un cuarto de esfera, generalmente practicado en el muro.

--ICONOGRAFÍA: ciencia que estudia el origen, formación y desarrollo de los temas figurados.

--IMPOSTA: hilada algo voladiza sobre la que se asienta un arco o una bóveda

--LOSANGE: decoración en forma de rombos.

--MAINEL o PARTELUZ: elemento en vertical que divide la luz de una ventana o una portada.

--MAMPOSTERÍA: fábrica hecha con piedras sin labrar o con labra tosca, que se apareja de modo irregular.

--MÉNSULA: elemento en saledizo que sirve para sostener alguna cosa.

--MODILLOS DE ROLLOS: el que lleva en su curva concava adosadas una serie de rollos que quedan escalonados.

--ÓCULO: pequeña ventana en forma de «O».

--SILLERÍA: fábrica hecha con sillares bien labrados.

--SOGUEADO: decoración hecha con sogas o adornos en forma de cuerdas.

--TEJAROZ: alero volado sobre una portada.

--TETRAMORFOS: conjunto de los símbolos de los cuatro evangelistas: hombre (San Mateo), buey (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan).

--TÍMPANO: espacio delimitado por el dintel y las arquivoltas en las portadas.

 


ROMÁNICO ALAVÉS. TEMAS ICONOGRÁFICO-ORNAMENTALES.

 

--TAQUEADO O AJEDREZADO: Predominan en toda la Provincia.

--MEDIAS BOLAS: Santa María de Tobera, San Juan de Cárcamo, Miña- no Menor, Olano, Gujuli, Unzá, Villanueva de la Oca, San Miguel de Abechuco.

--SOGUEADO: Arriano, Catadiano, Zuazo, Miñano Menor, Oyardo, Lezama, Belunza, Leorza, Basquiñuelas, Tobera, Cárcamo, Valluerca.

--CABEZAS DE CLAVO: Musitu, Cicujano, Oreitia, Alecha, Maestu, Arlucea, Albaina.

--BESANTES: Mártioda, Galarreta, Ocáriz, Estíbaliz, San Pedro de Quilchano.

--MODILLONES DE ROLLOS: Virgen del Campo (Maestu), Miñano Menor, Santa María (Tobera), San Vicentejo, Moraza, Valluerca, Añes, Franco.

--DIENTES DE SIERRA: Tuesta, Berberana.

--FESTONEADOS: Tuesta, Otazu, Durana, Gordoa, Argandoña.

--ENTRELAZOS: Martínez, Laño, Estíbaliz, Treviño, Betoño, Ullibarri-Biña, Alcedo, Arzubiaga.

--CÍRCULOS CONCÉNTRICOS: Catadiano, Zuazo, Belunza.

--ENCESTADOS DE RELIEVE PLANO: Arriano, Ullibarri-Cuartango, Zuazo, Belunza, Guillerna, Oyardo.

--ENCESTADOS DE RELIEVE ACENTUADO: Urrúnaga, Respaldiza, Délica, Estíbaliz, Argandoña, Lopidana, Ocáriz, Arlucea, Pedruzo, Fuidio, Araico, Hueto Arriba, San Pedro de Quilchano.


Vegetales.

--ACANTOS: Predominan en toda la Provincia.

--FLORA NATURALISTA: Ezquerecocha, Lasarte, Treviño, Laño, San Martín Galvarín, Franco, Dordóniz, Peñacerrada, Añua, Alegría.

--HOJAS Y TALLOS REMATADOS EN PINAS Y BOLAS: Respaldiza, Tuesta, Aprícano, Zuazo de Cuartango, Olano, Lezama, Amurrio, Gujuli, Oyardo, Estíbaliz, Betoño, Gáceta, Gamarra Menor, Mártioda, Matauco, Délica, Gojain, Uzquiano, Abechuco, Fuidio, Dordóniz.

--BOLAS CON CAPERUZA: Gordoa, Gamarra Menor, Respaldiza.

--VEGETALES QUE BROTAN DE CARÁTULAS Y CABEZAS DE ANIMALES: Ullibarri-Viña, Estíbaliz, Armentia, San Vicentejo, Arana, Argote, Saraso, Lopidana.

 


Animalísticos:

 

Animales reales:

--ÁGUILA: Cárcamo, Olano, Gujuli, Betolaza, Ondátegui, S. Juan de Amamio, Estíbaliz, Armentia, Lubiano.

--ÁGUILA EN PRESA: Belunza, Aguillo, Ascarza, Subijana-Morillas, Ochate, Cestafe, Durana, Matauco, Otazu, Argandoña, Añua, Hueto Abajo, Lubiano.

--LEÓN RAMPANTE: Gojain, Matauco, Mendoza, Estíbaliz, Betolaza, Peñacerrada.

--LEÓN ANDRÓFAGO: Aramentia.

--LEONES AFRONTADOS: Busto, Tuesta, Treviño, Estíbaliz.

--LEÓN CON COLA Y CABEZA VUELTA: Catadiano, Olano, Domaiquia, Lezama, Gujuli, Unzá, Betolaza, Estíbaliz.

--AVES AFRONTADAS BEBIENDO DE UNA COPA: Durana, Lopidana.

--AVES AFRONTADAS PICOTEANDO UNA FLOR: San Martín Zar, Estíbaliz.

--MONO: Dordóniz, Aguillo.

--PEZ: Estíbaliz, San Martín Zar, Tobera.

--TORTUGA: Tuesta.

--CABRA: Tuesta, Treviño.

--ELEFANTE: Busto.

--ARDILLA: Marquínez.

--SERPIENTE: Tobera, Cárcamo, Valluerca.

--CERDO: Araico, San Vicentejo.

--LECHUZA: Treviño, Franco, Armentia.


Animales monstruosos:

--MONSTRUO ANDRÓFAGO: Santa M.ª de Tobera, Armentia.

--GRIFO: Armentia, Tuesta, Domaiquia, Matauco.

--DRAGÓN: Belunza.

--ARPÍAS: Matauco, Oreitia, Añua, Ochate, Treviño, Tuesta.

--BASILISCO: Tuesta.

--CENTAURO: Ribera de Valderejo, Estíbaliz, Armentia, Tuesta, Treviño.

--SIRENA: Armentia, Estíbaliz.

 


Historiados:

Historiados de tipo profano:

--MENSARIO - ZODIACO: Treviño.

--DAMA Y CABALLERO: Betolaza, Belunza, Arana, Durana, Matauco, Lopidana, Gordoa, Otazu, Argandoña, Ozaeta, Catadiano, Zuazo de Cuartango, Buruaga, Gojain, Cestafe, Tuesta, Añua, Ali, Abechuco, Mendiguren, Santa María de Ayala.

--TEMAS OBSCENOS: Tuesta, Gojain, Santa María (Tobera), San Juan de Aistra.

--CASTILLO Y LEÓN: Torre, Franco, Hueto Arriba, Ullibarri Viña.

--ESCENAS DE LA VIDA COTIDIANA: CAZA DE JABALÍ: Saraso, Cestafe.

--CAZA A CABALLO: Saraso.

--CAZA CON HALCÓN: Treviño.

--PESCA: Astulez, Berricano.

--VENDIMIA: Treviño, Bernedo.

--MATANZA DEL CERDO: Aguillo, Ochate, Busto.

--GUERREROS: Aguillo, Elburgo, Ondategui, Ribera de Valderejo, Jócano, Ullibarri Cuartango.

--MÚSICOS: Peñacerrada, S. Juan de Elburgo, Lezama, Tuesta.

--OFICIOS: ESTUDIANTE, ALFARERO, CANTERO, PANADERO: Tuesta.

--SACERDOTE CON CASULLA: Argandoña, Pedruzo.

--OBISPO CON BÁCULO Y MITRA: Ullibarri Arrazua.

 

Historiados de tipo religioso:

--BÍBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO: PECADO ORIGINAL: Estíbaliz, Añes, Aguillo.

--DANIEL ENTRE LOS LEONES: Armentia.

--SACRIFICIO DE ABRAHAM: Armentia.

--SANSÓN DESQUIJARANDO AL LEÓN: Aguillo, Domaiquia, Tuesta.

--BÍBLICOS DEL NUEVO TESTAMENTO: ANUNCIACIÓN: Laguardia, Lasarte, Tuesta, Armentia (2), Estíbaliz (2).

--APÓSTOLES: Armentia, Lasarte, Margarita, Hueto Arriba.

--EPIFANÍA: Tuesta.

--TETRAMORFOS: Armentia, Gáceta, Marquínez, Quintana.

--RESURRECCIÓN: Armentia.

--DORMICIÓN ASUNCIÓN DE MARÍA: Laguardia.

-- ESCATOLÓGICOS: CORDERO MÍSTICO: Armentia, Luzuriaga.

--CRISMÓN: Armentia, San Juan de Treviño.

--PANTOCRATOR: Estíbaliz, Tuesta.

--ANASTASIS: Armentia.

--ESCENAS INFERNALES: Tuesta, Bernedo.

--DEMONIOS TORTURANDO A UN CONDENADO: Ochate, San Juan de Amamio.

--CASTIGOS MORALIZANTES: AVARICIA: Estíbaliz.

--LUJURIA: Estíbaliz, Délica, Domaiquia.

--MALEDICENCIA: Ali, Saraso, Tuesta.

--CONCORDIA Y DISCORDIA: Saraso, Tuesta, Berrícano.

--DISCORDIA: Elburgo, Franco, Unzá, Miñano Menor.

--AVES PICOTENADO UN ROSTRO HUMANO: Uzquiano, Ali, Pedruzo, Pipaón, Bellojín, Armentia.

--FLAGELACIÓN DE UN HOMBRE DESNUDO: Tuesta.

--PEREGRINACIÓN: TEMA DEL CABALLERO: Armentia, Oreitia, Pedruzo, Margarita.

--HAGIOGRÁFICOS: SAN MIGUEL LUCHANDO CONTRA EL DRAGON: Tuesta, Domaiquia, Ondategui.

--SAN MARTÍN REPARTIENDO SU CAPA: Tuesta.

--SAN PEDRO CON LA LLAVE: Ondategui.

--MARTIRIO DE SAN PEDRO: Saraso.

--MARTIRIO DE SAN ANDRES: Saraso.

--MARTIRIO DE SAN SEBASTIAN: Margarita.