ARTE
PRERROMÁNICO Y ROMÁNICO EN ÁLAVA.
J. JAVIER LÓPEZ DE
OCÁRIZ.
FELICITAS MARTÍNEZ DE SALINAS.
ARTE EN LA ALTA Y PLENA EDAD MEDIA.
Arte Prerrománico: Santuarios en cuevas artificiales.
En las cuencas altas del Ayuda (Faido, Laño, Albaina, Marquínez) y del
Omecillo (Corro, Pinedo) unas blandas areniscas han permitido la excavación de más de un centenar de cuevas, entre las que se distingue una docena
de templos rupestres.
La técnica de labra es bastante uniforme, con huellas de instrumentos de
punta cónica muy aguda y menos de corte plano, regularizando suelos,
paredes, vanos y techos. Dificulta mucho su clasificación artística y cronológica
el hecho de que su «arquitectura» no sea de construcción sino de «vaciado».
Es difícil establecer paralelismos.
Santuario rupestre en
Santorcaria. Laño.
A pesar de los desprendimientos de la roca aún se conservan algunos recintos rupestres que
pudieron servir de eremitorios en fechas altomedievales. El perfil de la ventanita podría
inspirarse en un arco visigótico.
Soluciones que dan a las estructuras: plantas, techos, vanos:
Las plantas son muy variadas, con tendencia hacia el rectángulo de
esquinas redondeadas en los espacios más amplios, y groseramente circulares
en las pequeñas cámaras.
Varios conjuntos evidencian su condición de templos en la disposición basilical, con ábside en herradura al este y frecuente
contraábside, además de abrirse a una cámara por el norte. Sorprende que en cada conjunto
aparezcan duplicados: dos en Las Gobas (Laño), dos en Nuestra Señora de la
Peña (Faido), dos en Sarracho (Albaina). ¿Esta duplicidad de capillas
puede ser indicio de la existencia de monasterios dúplices, monjes y monjas?
Capillas únicas y menos regulares en la forma son las de Santorcaria (Laño),
San Salvador (Marquínez) y otra en Corro.
Los techos suelen presentar bóveda de medio punto rebajada. Singulares
son los resaltes en forma de arcos fajones muy juntos que voltean sobre un
templo de Las Gobas (Laño).
Los vanos de entrada son rectángulos
irregulares, pero también hay algunos remates que recuerdan el arco de
herradura, como en Santorcaria (Laño) donde es muy marcado, y en Las Gobas
(Laño), Albaina y Faido. Abundan los ventanillos circulares junto a las
puertas y hay un caso de ventanita en doble arco de herradura con mainel,
roto, en Santorcaria (Laño).
Elementos complementarios: altares, asientos, sepulturas y soportes:
En los templos de Las Gobas y Sarracho quedan restos de altares en bloque saliente adosado al fondo del ábside, con hueco para reliquias. En
Nuestra Señora de la Peña y en Las Gobas hay altares de nicho asientos tallados
en la roca se ven en Albaina, Faido, Corro y Pinedo. Sólo en Laño pasan del
centenar las sepulturas practicadas en el suelo de las cuevas y aparecen en
todos los demás conjuntos. Abundan los mechinales, agujeros y una especie de
argollas labradas en la roca que D. José Miguel de Barandiarán llama
«cilindros calados».
Grafitos y pinturas.
Ermita de Nuestra Señora de la Peña:
Repartidos por las cuevas, sobre todo en Las Gobas (Laño), hay dibujos de cruces, estrellas, aves, équidos, estilizaciones humanas, inscripciones con
salmos en latín, nombres de Santos (Primitivo y Atanasio), grafías extrañas
(¿visigóticas?), etc. todo muy difícil de valorar. Lo más destacable es la
pintura en rojo de un árbol con ramaje simétrico y punteado de hojas en Nuestra
Señora de la Peña (Faido). Es el único ejemplar de pintura prerrománica
que se conserva.
Esta ermita, a la que adosaron posteriormente un añadido de mampostería, es la única que se mantiene afectada al culto, siendo por ello el más
antiguo templo vigente en el País Vasco. Aún conserva la pila bautismal
cilíndrica labrada en la roca y, separando la nave del coro, tres vanos desiguales de
gran simplicidad, a tono con nuestros gustos del siglo XX pese a su arcaísmo.
En la misma línea está el triple ventanal de San Salvador (Marquínez).
Notas para su valoración:
Los vanos de arco de herradura, el hueco de reliquias, la compartimentación del espacio, la reducida abertura que da paso al ábside, los mismos
ábsides con planta de herradura y la frecuencia de otro ábside opuesto, al oeste,
dan pie a establecer semejanzas con el arte Visigótico avanzado y el
Mozárabe.
Los arcos fajones simulados de Las Gobas (Laño) recuerdan la cripta de
San Antolín, visigótica, en Palencia, aunque la fecha del tramo en cuestión
se considera tardía. Cabe la semejanza con la bóveda de Sª Mª del Naranco
(Oviedo) del Arte Asturiano.
La presencia humana en torno a las cuevas se documenta desde el Neolítico hasta época romana por excavaciones arqueológicas, pero los rasgos
artísticos enumerados nos remontan a las fechas posteriores a la invasión
árabe (siglos VIII-X), cuando comunidades familiares (hay tumbas infantiles),
quizá huídos de tierra del sur, pudieron refugiarse para practicar una vida
cenobítica al estilo de la «Regula Communis» de San Fructuoso. Pasado el
peligro musulmán, retornan a las tierras abiertas del Ebro donde eclosionan
los grandes monasterios medievales. Pero las grutas abandonadas nos muestran un conjunto de templos perrománicos rupestres sólo comparable a los
conjuntos contemporáneos de Capadocia (Turquía).
Necrópolis altomedievales.
El amplio conjunto de sepulturas excavadas en el suelo de las grutas
artificiales conecta con las numerosas necrópolis al aire libre descubiertas
sobre todo en tierras meridionales de la Provincia: en Marquínez la de San
Juan (30 sepulturas); en Labastida varias: las Sepulturas (83 sep.), Santa
Eulalia (56), la Fonsagrada, San Martín de los Monjes; en Laguardia la de
Santa María de Berberaba; en Pangua la de San Formerio; en Ciprán los
Casales. Las sepulturas aparecen agrupadas a la vera de lugares sagrados, de los
que al menos queda el topónimo del Santo. Raramente ocupan sarcófagos exentos (Ciprán), sino que suelen estar labradas en los bancales de roca, con
orientación Este-Oeste. El tipo antropomorfo, con entalle curvo o recto
para la cabeza es el más claramente datable hacia los siglos IX y X por
comparación con otras necrópolis. Otros conjuntos de sepulturas medievales del
tipo «bañera», de lajas o con tapas a doble vertiente han aparecido en
Laguardia, Elvillar, Elciego, Lanciego, Ochate, Caranca, Villamanca,
Estíbaliz, etc. etc.
Arte románico: periodos, tipos, zonas.
Románico primitivo.
Anticipable al momento románico no podemos presentar ninguna
construcción, sólo los misteriosos Santuarios rupestres citados. La floración
románica irá cuajando en Europa a partir del año 1000; en cambio el grueso de
nuestro románico se calenda en pleno siglo XIII. Otra nota característica
es el predominio en más del 75 % de las cabeceras rectas de molde rural,
frente a los ábsides semicirculares que corresponden a la generalidad del
románico europeo. Pensamos que la cabecera recta persiste aquí obedeciendo
a una tradición muy arraigada que hunde sus raíces en lo prerrománico.
Precisamente los más antiguos testimonios del Románico alavés aparecen al frente de cabeceras rectas de rústicos templos. Son cuatro
sencillísimas aspilleras rematadas en arco de herradura. Dos de ellas aparecen en
ermitas de las estribaciones de la Sierra de Elguea-Urquilla, al borde norte
de la Llanada: San Julián de Aistra (Zalduendo/Araya) y San Martín de Tours
(Hermua). Las otras dos en parroquias de reducido vecindario, Cicujano, en tierras altas de Laminoria, y Urbina de Basabe, en el valle de
Cuartango. Las cuatro emplazadas junto a sendas extraviadas altomedievales y
reformadas posteriormente.
Las aspilleras, no del todo homogéneas, comparten su simplicidad, su estrecho vano vertical y sobre todo su remate en arco de herradura, muy
marcada en Aistra y Hermua, menos en Cicujano y Urbina de Basabe. Estas dos
se forman con varias piezas, orlando el vano con una muesca incisa o ligero
bisel. Las otras perforan un sillar, contorneando el hueco con varias
hendiduras paralelas o muescas.
Algunos otros elementos corroboran la antigüedad de estos ventanales: en Aistra la cabecera del templo formada con «ciclópeos» sillares y sus
primitivos canes de toscas cabezas; en Cicujano, canes de decoración biselada
y capiteles, fuera de contexto, con talla vegetal de carácter prerrománico,
como también se conservan en las ermitas de San Cristóbal y Andra Mari de
Ullibarri Arana en la misma comarca.
Un ejemplar excepcional nos brinda el Noroeste de la Provincia. La parroquia de Añes en su fachada sur conserva cegada y oculta por un cobertizo
una curiosa portada con el tema de Adán y Eva en el tímpano semicircular.
Aspilleras en forma de herradura en las cabeceras rectas de Urbina de Basabe y
Hermua.
Son las muestras más antiguas del románico alavés, de tradición prerrománica, junto con la
de Cicujano y San Julián de Aistra en Zalduendo. La de San Martín de Hermua perfora el sillar
y el vano va contorneado por dos hendiduras paralelas.
Tímpano de la portada antigua de Aries.
Esta representación del Pecado Original se asemeja a las de los capiteles del interior de San
Quirce y de Siones o al relieve de Butrera (provincia de Burgos), que siguen las trazas del
conocido capitel con el mismo tema en San Martín de Frómista (Palencia).
Este singular tímpano, orlado de triple arquivolta de medio punto apoyado
en sencillas jambas, centra el eje de composición en el árbol del Paraíso con
ramas laterales rompiendo en redondos frutos. La serpiente enroscada
tienta a Eva, quien alza una mano al fruto mientras la otra cubre con una hoja su
desnudez como Adán, que lleva su izquierda al cuello como atragantándose con el fruto de pecado.
La composición guarda una estrecha semejanza (salvando la adaptación a marcos diferentes) con uno de los capiteles interiores de la iglesia en la
Colegiata de Santillana del Mar (Santander). Este templo se construye entre
los años 1075-1125, por lo que la cronología encaja perfectamente con la
documentada en Añes. La amabilidad sin límites de Dª Micaela Portilla, a
quien tanto debe el Arte y la Historia alavesa, nos ha proporcionado el dato
de la fechación del templo de Añes. Se basa en una inscripción
desaparecida, copiada en un Libro parroquial a su vez perdido, pero donde ella pudo
recoger que se calendaba por la era 1166, por tanto el año 1128. Esta sería la
más antigua fecha documentada no sólo en el Románico, sino en todo el
Arte alavés.
Al margen de los templos Monumentales que merecen estudio aparte, corresponden al mismo siglo XII algunos ejemplares del tipo rural: Santa
María de Tobera, San Martín Zar, San Juan de Arraya (Elburgo) y San Juan
de Amamio (Araya). Los tres primeros lucen, sin duda por influjos
jacobeos, ábsides semicirculares de espléndida sillería. En Tobera la ruina ha
respetado el arco triunfal de medio punto como el de San Juan de Arrayn.
que es doblado; ambos apoyan en capiteles historiados de carácter muy
primitivo como lo son sus canes y ventanales del ábside. Este ventanal en San
Martín Zar ostenta un rústico motivo de entrelazo en sus capiteles,
semejantes a los de la portada de Pedruzo, y en uno de sus canes muestra un
círculo enlazado por un aspa. San Juan de Amamio mantiene la cabecera
cuadrangular, tuvo arco triunfal doblado como atestiguan las columnas
adosadas provistas de singulares capiteles como los del ventanal del ábside.
Próximo el 1.200 nos ofrecen muestras de sus tempranas obras San Juan de Cárcamo, cuyo ábside de planta semicircular se abre a la nave con arco
triunfal de herradura poco marcada; también Bellojín es datable por
entonces, a pesar del ligero apuntamiento de sus arcos, por la cerrada cabecera
semicircular y el primitivismo de sus capiteles interiores con personajes
flanqueados de pájaros o serpientes; al mismo momento podrían atribuirse las
portadas con arcos de medio punto y sencilla ornamentación de Ezquerecocha y Andra Mari
(Ullibarri Arana).
Interior de la Ermita de San Juan de Cárcamo.
Presenta ábside semicircular que se abre en la nave con arco triunfal de herradura poco
pronunciado, flanqueado por dos columnas con un capitel vegetal y otro historiado de tosca labra.
Todo apunta hacia fechas de un románico temprano.
Románico pleno.
Ejemplares del románico monumental.
Armentia: Basílica de San Andrés (Hoy de San Prudencio).
Gran foco de historia alavesa, cuna de San Prudencia según la
tradición, sede del Obispado de Alava hasta 1087 en que se lo arranca
Calahorra, cuyo Obispo D. Rodrigo de Cascante intervino, según la inscripción que se
conserva al pie del tímpano del Cordero, en la construcción de esta basílica,
a fines del siglo XII. Paso obligado en la ruta jacobea alavesa, quedará el
templo muy transfornado con las reformas del siglo XVIII que encubren el
cimborrio y dispersan bajo el pórtico los «disjecta membra» de la gran
Portada Románica de Armentia.
Arquitectura: La planta de cruz latina se corona con un ábside
semicircular. La única nave, de tres tramos ha sido rehecha, pero aún conserva a los
pies robustas columnas para soporte de un coro alto desaparecido, y se
mantiene en el último tramo del costado sur el emplazamiento de la puerta. El
presbiterio se cubre con bóveda de cañón apuntado y el ábside con bóveda
de horno. Al exterior dos medias columnas dividen verticalmente el ábside
en tres sectores con sendos ventanales, a cuya base corre una imposta de
billetes.
Relieve de la Anástasis y de la Resurrección. Pórtico de
Armentia.
Uno de los Maestros que trabajó en Armentia nos ha dejado estos magníficos relieves de
principios del siglo XIII, el de la Resurrección es muy relacionable con el que aparece en uno
de los machones del Claustro de Silos. El de la Anástasis presenta una interesante iconografía
del infierno.
Los brazos el crucero se cubren con bóveda de cañón apuntado mientras
el tramo central alza un original cimborrio con bóveda de ogivas que
arrancan de las figuras del Tetramorfos con cuerpo humano. El emplazar figuras
como soporte de las ogivas emparenta a Armentia con el Císter de Languedoc (Francia). Embozado dentro de la torre queda el cimborrio románico
con cuatro torrecillas de ángulo, modelo llegado a Santiago por el S. W. :
Zamora, Toro, Salamanca, siguiendo la conocida «vía de la plata».
Escultura: Podemos reseñar cuatro maestros de variados estilo e
influencias:
1.-- Maestro de los Capiteles del Abside, (2ª mitad del siglo XII).
De estilo popular, sus figuras semejan muñecos con ojos de batracio. Temas: Daniel, luchas monstruos, etc. tratados con
gran expresividad.
2.-- Maestro del Tímpano del Cordero, (Hacia 1200). Recoge influencias del arte Aragonés del camino de Santiago. La parte
superior de este tímpano representa al cordero entre San Juan Bautista e Isaías y la inferior dos ángeles sosteniendo el
Crismón. En la orla una inscripción relacionable con el Apocalipsis, cap. V. Es evidente el influjo del arte
jaqués.
También se le atribuyen los capiteles del crucero, en que se
muestran grifos, luchas de sagitarios con caballeros, etc.
3.-- Maestro del Tetramorfos, (1er cuarto de siglo XIII). Próximo al artífice anterior en su relación con el arte Navarro del
camino de Santiago. Realiza los cuatro Tetramorfos del crucero con peculiar forma humana, tal como aparecen en Irache
(Navarra) y en Gáceta. Próximos a Irache son también los numerosos canecillos, en cambio los lobos devoradores de
corderos en los capiteles de las columnas del coro se relacionan con San Miguel de Estella. A los mismos influjos
responden el relieve de la Anunciación, con plegado en tubos de órgano como en Estella, el Caballero y las estatuas-columna de
la Anunciación.
4.-- Maestro de la Resurrección, (principios del siglo XIII). muy vinculado al arte del claustro de Silos, sobre todo en la escena
del Entierro de Cristo y las tres Marías en diálogo con el ángel. Bajo el arco anexo ilustra el tema de la Anástasis con una
expresionista simbología del Infierno.
El gran tímpano del Apostolado, en que se duplica el tamaño de Cristo para expresar su jerarquía, y se evoca el Juicio
Final con la presencia de Enoch y Elías, recuerda en sus plegados, castilletes del fondo y acomodación al marco, los
machones del claustro de Silos.
Lasarte: Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
A dos kilómetros de Armentia se levanta su templo con planta de salón
del gótico final. Pero aún conserva en su cabecera unos singulares
ventanales románicos, próximos al 1.200, y una hermosa Anunciación.
Ventanal del Sur: Al interior y la exterior se repite la triple arquivolta de
medio punto con acantos y roleos que también aparecen, más retorcidos, en
los capiteles. Nada hay tan barroquizante en Álava.
Ventanal del Sureste: El interior y exterior se ordenan igual. Las cuatro
arquivoltas, y el trasdós al exterior, se cubren de fina ornamentación
vegetal, que llega a enlazar seres animados en el dinamismo de las jambas
exteriores igual que en Armentia.
Lo verdaderamente destacable en el ventanal es el Apostolado de los fustes,
seis en cada cara de la abocinado. Son estatuas-columna con indumentaria
de cuidados pliegues y gran dignidad en sus cabezas. Su filiación apunta al
tímpano del Aspostolado del vecino pórtico armentiense.
La Anunciación: Fuera de contexto arquitectónico hay otras dos
estatuas-columna bajo sendos capiteles vegetales. El ángel Gabriel, sin alas,
ostenta un lirio mirando a María, que cruza las manos en atenta escucha
sujetando la filacteria de la profecía. Sus graciosas cabezas se cubren con bonete
plano dejando escapar las rizadas cabelleras. Ambos personajes muestran más esbeltez, animación y seguridad de proporciones que el Apostolado.
Ventanal de la cabecera de
Lasarte.
Son estatuas-columnas representando a seis de los Apostoles, los otros seis aparecen en el
interior del mismo vano. Es una excepción el disponer estatuas casi de bulto redondo en los
ventanales. Recibe influencias del Apostolado de Armentia.
--Estíbaliz:
Basílica de Santa María.
Lugar cargado de historia. Fue fundación monasterial en 1074 y luego
cedido en 1138 a los Cluniacenses de Nájera, sin embargo, ha sido más un
Santuario que un Monasterio.
Abandonado en el siglo XIX, ha pasado por
importantes restauraciones en el XX.
Arquitectura: El templo es de una nave con planta de cruz latina y triple
ábside circular. Distinguimos tres épocas en su construcción:
-- Según los fundamentos de los antiguos muros, la primitiva
ermita ocupaba el brazo sur del crucero y su ábside actual.
-- Una ampliación de fines del siglo XII organizó la triple
cabecera actual y dotó al templo de la magnífica Puerta Speciosa, abierta al sur. Caracteriza este momento una imposta corrida
en el muro interior, decorada con besantes.
-- El templo se remata en pleno siglo XIII sobreelvando el tramo
central del crucero con una bóveda de ogivas de avanzada técnica cisterciense. Una solución semejante, de
sencillas ogivas protogóticas, se adopta para el brazo norte del crucero. En
ambos casos apoyan en ménsulas de ángulo. Se concluye la nave, cubierta con bóveda de cañón apuntado y arcos fajones dobles
sobre pilastras, y se labra la magnífica pila bautismal. Las restauraciones rehicieron el tramo de los pies y la portada del
oeste.
Detalle de la puerta Speciosa de Santa María de
Estíbaliz.
La portada de Estíbaliz es el modelo más representativo del románico alavés. Son
característicos sus fustes reticuladas. Flanquea la portada este relieve de la Anunciación de talla fina y
expresiva.
Escultura: En los Capiteles del interior se distinguen tres manos
diferentes:
1.-- Maestro del Pecado Original, hace los cuatro capiteles de la
cabecera, cuyos temas son: el Pecado Original, la Expulsión del Paraíso, la
Lujuria y la Avaricia, y la Anunciación.
Su modelado claro, simple y
tosco recuerda el arte aragonés. Contrasta con el abigarramiento de la puerta
Speciosa.
2.-- Maestro de los Capiteles Vegetales, en el flanco oeste del crucero. En
los cap. 1 y 2 forma complicados entrelazos de tallos y hojas en el cap.
1 enlazan animales partiendo de una boca de carátula. Más sobrios los
cap. 3 y 4, con flor de lis en los caulículos.
3.-- Maestro de las Ménsulas, ya de pleno siglo XIII. En la más destacada,
dos damas con libros y un varón apoyan sobre una cariátide que mesa su cabello.
-- La puerta Speciosa, compendio del Arte Románico alavés, es obra de una Maestro de fines del siglo XII. Sus cuatro fustes reticuladas con sus
características redes de encestado y cuadrifolios soportan jugosos capiteles
vegetales. En las jambas un encaje de roleos remata en los relieves del
Pantocrátor y San Juan Bautista. Las arquivoltas respiran un abierto clasicismo
con sus acantos, roleos, entrelazos y besantes. En un ángulo de la portada,
el tema de la Anunciación bajo arcos con castilletes pertenece a otro
Maestro, que logra mayor comunicación entre el Ángel y la Virgen que el artífice
de la Anunciación del interior. Su naturalismo dinámico anuncia ya el
Gótico.
San Vicentejo: Ermita de la Purísima Concepción.
Lugar muy transitado, una ruta de peregrinación atravesaba por el centro el Condado de Treviño, la que iba desde la capital alavesa hacia
Laguardia, pasando por uno de los monumentos más significativos. Bello edificio
de piedra de sillería de arenisca, con tonalidades ocres y rico en marcas de
cantero. Según consta en una inscripción a la derecha de la portada, con
fecha de 1162 estuvo dedicada a San Vicente.
Ermita de San Vicentejo
(1,162).
La disposición de este ábside es completamente excepcional en nuestro románico.
Sorprende la ingeniosa solución arquitectónica para combinar un cuerpo de sección poligonal entre dos
semicirculares.
Arquitectura: Planta de una sola nave de dos tramos rematada en ábside
semicircular cubierto con bóveda de horno y la nave con bóveda de cañón
apuntado, reforzada por arcos fajones que descansan en apoyos compuestos: dos medias columnas y una pilastra de base poligonal en el centro, con
bellos capiteles de grandes proporciones, decorados con acantos estilizados
y rostros humanos; con talla a trépano y nido de abeja y el collarino invadido
por la decoración vegetal nos recuerdan los de la portada de San Vicente de
Ávila y en su conjunto podemos compararlos con los de Santa Sofía de
Costantinopla.
La originalidad de este edificio se encuentra en el ábside, su exterior
consta de cinco paños separados por contrafuertes, a su vez tres cuerpos se
superponen en él, produciendo sentido ascensional. El primer cuerpo
macizo y de planta semicircular; el segundo poligonal, de tres caras planas en el
centro en el que se abren tres ventanales con arco doblado de medio punto y
trasdós apuntado, y dos caras curvadas en los lados exteriores. El efecto que
produce este cuerpo lo vemos en Eunate y Torres del Río (Navarra). El
artista ideó una ingeniosa solución para pasar del segundo cuerpo poligonal al
terero semicircular: quebró los elementos de apoyo insinuando un tosco
capitel y colocó una especie de pechinas estrechas sobre los ventanales; el
tercer cuerpo semicircular y macizo como el primero, decorado con arcos
trilobulados de influencia musulmana, sin misión constructiva.
La riqueza que nos ofrece el ábside y los capiteles del interior contrasta
con la austeridad de la portada, de arco de medio punto, con siete
arquivoltas de arista viva, sin decorar, probablemente de diferentes manos.
Podemos compararla con la portada a la ermita del Santo Cristo de
Labastida, por su igual número de arquivoltas, abocinamiento y escasa altura.
Influencias que convergen en San
Vicentejo:
-- Silense: Según Pérez Carmona, el artista que trabajó aquí fue discípulo
del primer artista de Silos. Se caracterizó por la tendencia a las figuraciones
vegetales y por su inspiración en la eboraria.
-- Oriental: Se manifiesta en los siguientes aspectos: en dos canecillos de
rollos del ábside, en el juego de arquerías superpuestas, según la disposición
de la Mezquita de Córdoba; en la organización de los apoyos, ventanales y
arcos con efectos de luces y sombras; en los capiteles del ábside y del
interior, de corte bizantino; en los arcos trilobulados que coronan el ábside,
únicos en el románico treviñés y alavés, aunque se ven en el románico leonés y
palentino. Según Francisco Iñiguez, es uno de los pocos edificios
occidentales que luce con claridad su influencia oriental, bizantina, importada
directamente de Italia, desde Santa Sofía de Padua, Claustro de Monreale, etc.
Marquínez: Ermita de San Juan.
Uno de los edificios más bellos y clásicos del románico alavés.
Consagrado en 1226, bajo el episcopado de Don Juan Pérez, Obispo de
Calahorra.
Fecha que figura en una inscripción a la derecha de la portada.
Arquitectura: Planta de una sola nave de tres tramos, con ábside
semicircular y presbiterio más bajo y estrecho que la nave, cubierta con bóveda de
horno. Desde el punto de vista de la planta y el sistema de cubrición guarda
cierta semejanza con la ermita de San Vicentejo. A ambos lados del
presbiterio se abren unos nichos con arcos gemelos de medio punto y mainel, como
vemos en Argote, en la ermita de Albaina y San Vicentejo, pueblos próximos a
Marquínez.
Al exterior del ábside, dos medias columnas, adosadas al muro,
ascienden hasta el alero y en él se abre un ventanal. A media altura corre una
imposta ajedrezada que continua por el muro sur, produciendo un corte
horizontal. En este muro se localiza la portada de arco ligeramente apuntado,
con tres arquivoltas decoradas, y dos ventanales de arco de medio punto con
arquivoltas y capiteles ornamentados con hojas de acanto. A los pies del
templo se abren dos vanos gemelos abocinados.
Escultura: Concentrada fundamentalmente en la portada y ventanales. La portada presenta tres arquivoltas de temas vegetales, la primera y la tercera
de hojas de acanto y la central con guirnalda entrelazada y óvalos
escamosos. Motivo decorativo que se repite con frecuencia en el románico alavés,
posiblemente inspirado en la puerta «Speciosa» de Estíbaliz y que a su vez
sirvió de modelo para la puerta de Laño; la ornamentan capiteles con
acantos estilizados y rostros humanos entre el follaje, de influencia jacobea. Los
capiteles de los ventanales junto con los del arco triunfal del presbiterio
decorados también con acantos de influencia clásica.
Comparando esta ermita con la de San Vicentejo, a pesar de estar ambos edificios próximos en el espacio y en el tiempo, mientras el primero sigue
fielmente las normas del estilo, el segundo por el contrario, al interpretarlas
libremente, va más allá del románico-clásico. Así pues vemos que en tanto
San Juan supone una etapa clásica, San Vicentejo por su parte, encarnaría
la tendencia al barroquismo de este mismo estilo.
Tuesta: Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.
Contrasta su alto valor artístico con la falta absoluta de fuente
epigráficas y documentales. Para su cronología sólo cabe basarnos en su estilística,
según la cual se clasifica entre la segunda mitad del siglo XII y la primera del
XIII.
Cabecera de Tuesta.
Es uno de los contados edificios que conserva cabecera poligonal. Guarda ciertas
semejanzas con las burgalesas de Ameyugo, Miranda de Ebro y otras Palentinas.
Arquitectura: Una sola nave de cuatro tramos con espadaña en el hastial
y cabecera poligonal. La cubrición de ésta se realiza con gallones, propios
del protogótico, apoyados en columnas que se elevan hasta el arco de las
ventanas, surgiendo cuatro gruesos nervios coincidentes en la clave del arco
triunfal, con lo que resulta una perfecta bóveda gallonada. Guarda
semejanza con la iglesia antigua de San Nicolás de Miranda de Ebro, San Juan de
Ortega y Vallejo de Mena, las tres burgalesas. Cada tramo de la nave
compartimentado por un arco doblado apuntado y arcos formeros y cubierta con
bóveda de ogiva. Cada elemento sustentado se apoya en una fina columna con
su capitel decorado, formando así haces de ocho columnillas en el último
tramo que no ha sufrido reformas y haces de seis columnillas en los tramos
precedentes.
El exterior de la cabecera consta de cinco paños y en cada uno se abren
sendos ventanales bajo arcadas de medio punto apoyados en gruesos contrafuertes. En el arranque de estas arcadas nace una columnilla que llega a la
altura del alero coronado por un capitel. Tiene ciertas similitudes con el de
Ameyugo y Miranda de Ebro, en Burgos; San Andrés de Arroyo y Santa Cruz de Ribas, en Palencia.
Escultura: La piedra clave que corona la bóveda de la cabecera nos proporciona la autoría de este templo. Conserva su primitiva policromía y
representa el pantocrator o Cristo en Majestad con corona trilobulada, con la
mano derecha en actitud de bendecir mientras que con la izquierda sostiene
un libro en el que reza una inscripción. Según la versión de S. Ruíz de
Loyzaga se lee: «Oh rico, rico, no creas que vas a vivir para siempre, haz bien a
Dios en los vivos, si quieres vivir después de la muerte. Me hizo Elías». Por
lo que el Maestro Elias aparece como autor global del templo.
La labor de escultura se puede atribuir a dos manos diferentes, una, la que realizó los capiteles y los canecillos de ábside y los de los apoyos del
interior, otra, la portada.
El primer artista representa fundamentalmente temas vegetales,
carátulas, cabezas de animales monstruosos, y sobre todo una galería de retratos
en el último tramo de la nave.
Posiblemente fue un discípulo del primer
artista Silense. Se caracteriza por relieve plano de escasa profundidad, a base
de incisiones; barbas y cabellos caen en mechones formando rizos en las
extremidades, al igual que las gedejas de los leones; ojos grandes saltones,
almendrados y nariz ancha y recta. Estos detalles ofrecen grandes similitudes
con los rostros de los apóstoles en el relieve de la Duda de Santo Tomás del
Claustro bajo de Silos. Este artista tiene gran sentido. de la inventiva,
tendencia al orientalismo y dispone hojas en dos series que se encorvan bajo el
peso de piñas o bolas en sus extremos. ¿Coincide acaso este artífice con el
Maestro Elías, cuya importancia le mereció la citada inscripción en la clave
de la cabecera?.
Maestro de la Portada. De arco apuntado, la voltean siete arquivoltas muy decoradas apoyadas en 14 columnas exentas y jambas con sus
respectivos capiteles. Temas: las dos primeras decoradas con motivos geométricos,
dientes de sierra y festoneado, relacionado con el románico burgalés y
asturiano. La tercera representa ángeles músicos, la cuarta los oficios u
ocupaciones de la vida, la quinta monstruos cuadrúpedos, la sexta temas
historiados alternando con vegetales y la séptima escenas de la vida campestre y
pastoril.
Los capiteles del flanco derecho del espectador, empezando por la
derecha, escena infernal, lucha de dos figuras diablescas, San Martín
repartiendo la capa al pobre, aves, arpías y centauro atacando a un grifo. Los del
flanco izquierdo, leones afrontados con caras humanas, escenas de lucha y
de abrazo, flagelación de un hombre desnudo y San Miguel Arcángel en
lucha con el dragón. Encima de la portada se representa la Epifanía y la
Anunciación en esculturas de bulto redondo y escalonadas. Nos recuerda a la
portada de Butrera, en Burgos.
Portada de Tuesta.
Singular conjunto escultórico por su riqueza iconográfica plasmada en sus siete arquivoltas
sostenidas por capiteles historiados. Coronada por los temas de la Epifania y
Anunciación en esculturas de bulto redondo, de fecha avanzada.
Zonas del románico rural.
Comarcas del Norte Alavés.
Se engloban aquí las comarcas de Ayala-Amurrio-Llodio, de Urcabustaiz-Orduña, de Zuya-Cigoitia y de Villarreal-Aramayona. Por el norte,
confinando con Vizcaya, las delimitan los montes Ganekogorta Gorbea y
Amboto. Por el Oeste la sierra Salvada en la muga con Burgos. Al sur y este
Guibijo, Arrato y la Llanada hasta el límite con Guipúzcoa por
Arlabán.
Según la demarcación de frontera vasco-musulmana hacia mediados del siglo IX,
Álava, Ayala y Orduña habían sido siempre poseídas por sus
habitantes, es decir sin conocer dominación árabe estable. Y ello a pesar de ser
interesantes zonas de paso, en las rutas naturales que van desde la Meseta
hacia el Cantábrico siguiendo los ríos Nervión, Altube, etc. La actividad
repobladora alcanzó estas comarcas entre el 850 y el 1000, como nos
documentan las donaciones a San Millán de monasterios como el de San Vicente de
Acosta el 871 o varios en Ayala, tierras, «casatos» en los alrededores de
Villarreal el 952, collazos en Cigoitia y Zuya a fines del siglo XI.
Se evidencia en estas tierras una estratificación social muy marcada entre
los propietarios que hacen donaciones o los «seniores» que las confirman, y
los casatos o collazos, siervos de la gleba. Decisivas para la propiedad
señorial eran las «iglesias propias» que en Ayala se mantienen largo tiempo
sometidas al patronazgo de laicos, lo que les obliga a aclarar la situación con el
Obispo D. Pedro en 1.095.
Ya para entonces sobresale la familia Ayala en su control de las rutas desde Castilla hacia el mar. Además de un sola ayalés se afincan en Orduña
y Urcabustaiz, a través de los Zárates controlarán Zuya y Cigoitia,
extendiendo sus posesiones hacia la ría del Nervión y hacia Colindres en
Santander.
Arte románico:
De los 112 núcleos de población que contabilizan estas comarcas, más de 30
conservan restos románicos, menos apreciables en los valles y más densos en
los puntos altos de Cigoitia y Urcabustaiz. A excepción del primitivo
tímpano de Añes ya descrito, el arte de estas zonas coincide en su aspecto tardío
con el resto del Románico alavés, pero dentro de él le singularizan algunos
rasgos peculiares, más claros en algunas áreas a las que sin demasiadas
pretensiones calificamos de «focos».
Cabecera de
Oyardo.
Destaca su gran esbeltez manifestada en sus ventanales superpuestos, característico del foco
de Urcabustaiz. También singulariza este foco la decoración geometrizante
concentrada en sus capiteles troncocónicos y en las arquivoltas.
El foco de Urcabustaiz, a caballo de la divisoria de aguas, destaca en lo
constructivo por la elevación de sus templos, en cuya cabecera superponen
dos ventanales, como en Oyardo, Belunza, Gujuli, Uzquiano y Unzá. Lo mismo ocurre en Zárate (Cigoitia) y en Miñano Menor (Villarreal). En lo
decorativo, reservado a los vanos, se insiste en la geometrización obsesiva
de los temas vegetales. Los capiteles, de típico perfil troncocónico recurren
a las incisiones y punteados en el cestillo, organizándolo en bandas paralelas
rotas en zig-zag y reduciendo lo vegetal a los tallos, con bolas o círculos
concéntricos en los caulículos. Los prototipos más claros están en Oyardo y
Belunza, de donde saltan a Lezama y Amurrio, a Guillerma en Zuya, a Miñano
Menor, y fuera de la zona a Zuazo, Arriano y Catadiano en Cuartango y a Mendoza en la Llanada.
Otro foco, sólo apreciable en la talla e iconografía de los capiteles
aparece en torno a Cigoitia, al pie de Gorbea. Presentan interesantísimos temas
animalísticos e historiados con un modelado muy plano y simples incisiones
para los detalles. Los prototipos están en Ondategui, Cestafe, Olano yen las
figuras del trasdós de un ventanal de Berrícano, con ejemplares muy
notables en Domaiquia (Zuya) y en Gujuli (Urcabustaiz).
También quedan recuerdos del arte de Estíbaliz, como los fustes
reticulados de Respaldiza, Délica y Urrúnaga. Otros, en cambio, dan muestra de
absoluta sobriedad como Uzquiano, Gojain, Abecia y San Pedro de Gorostiza
(Cestafe), en línea con ejemplares cuartangueses.
Arquitectura.
Quedan once estructuras completas, de consabida planta de nave única y cabecera cuadrangular. Las bóvedas son apuntadas, algunas ligeramente
como en Gujuli y Uzquiano. Excepcional es el caso de Miñano Menor, cuyo
tramo delante del presbiterio tiene bóveda de ogivas mientras la cabecera y
los dos tramos posteriores la tienen de medio cañón que comienza a
apuntarse. La nave de Uzquiano nos brinda algo único en Álava: unos arcos ciegos
apuntados se ciñen a lo largo de los muros laterales funcionando como arcos
de descarga que adelgazan el muro con una más racional descarga de los
pesos. Se aprecian arcos de triunfo en Guillerna, Belunza, Berrícano y en
Gujuli donde las columnas adosadas son de sección octogonal. Nichos en el
presbiterio conservan Gojain, Miñano Menor, Guillerna, Zárate, Uzquiano
y San Pedro de Gorostiza (Cestafe).
Aunque las portadas muestran arco apuntado, los ventanales mantienen el arco de medio punto, salvo uno tardío en San Pedro de Cestafe. Es
singular la superposición de ventanales que no falta en ninguna de las cabeaceras
románicas de Urcabustaiz, indicio del gran impulso verticalista. El tejaroz
pervive en Amurrio, cornisa decorada en Añes y canecillos en 16 templos
destacando Gojain; Miñano Menor, Gopegui, Cestafe, Belunza, Amurrio, Unzá y Añes. Sobresalen las pilas bautismales de Luto y Miñano Menor,
ésta con pie helicoidal.
En Respaldiza, intestada junto a la portada se lee la inscripción funeraria
del Abad. Pedro, era 1205 (año 1167) y en la portada vieja de Gujuli la
expresión latina «Jacobi», referencia al titular del templo, Santiago.
Temas decorativos:
Como queda dicho, abundan los geométricos: taqueado, cestería,
baquetones, sogueados, medias bolas, zig-zag. Las incisiones imitan en
capiteles y arquivoltas las formas de helecho, espiga, círculos concéntricos, etc. En
este sentido es muy arcaizante la portada cegada de Gujuli de estilo popular.
En Urrúnaga, Délica y Respaldiza aparecen fustes reticulados como los de
la Llanada. Hay algunos vegetales poco naturalistas: acantos estilizados,
hojas lanceoladas, bolas con caperuza o con tallos, rosetas y grandes hojas
toscas.
Animales: el más característico es un felino, seguramente león, que gira
la cabeza hacia su lomo sobre el que alza la cola, con afilados dientes y
actitud rampante a veces.
Frecuente el águila, que en Cestafe apresa una liebre.
En los canes de Cestafe, Gopegui y Miñano Menor se ven testas de rumiantes con gruesa argolla en el hocico. Monstruos con colas serpentiformes en
capiteles de Cestafe, el pájaro grifo en Domaiquia.
Historiadores: Además de los habituales mascarones en los canes, se emparejan seis veces las cabezas de varón y de dama con toca y barbuquejo. La
portada de Ondátegui muestra a San Miguel alanceando al dragón, como en
Domaiquia, un Ángel, San Pedro con la llave, un guerrero con la espada
desenvainada y un portador de cruz procesional. En los ventanales de
Domaiquia aparecen serpientes enroscadas mordiendo los senos a una mujer de
cuya boca salen, tema semejante al de la portada de Délica donde además la
mujer sostiene sobre su vientre un broquel al rojo vivo, que con las
serpientes simbolizan el castigo asignado a la Lujuria por la escatología musulmana.
La serie de Domaiquia continúa con Sansón desquijarando al león, un varón
abrazando a dos mujeres, tres varones con báculos, etc. La portada de
Cestafe aporta una tosca escena de caza del jabalí a toque de cuerno, con lanza
y perro. En la de Betolaza un felino devora aun jabalí. En el ventanal de
Berrícano se distingue a duras penas una escena de pesca con red, un Ángel, la
Concordia y la Discordia. Esta última se ve en los canes de Unzá y Miñano
Menor. Algunos canes de Gojain presentan desnudos masculinos y femeninos. En un capitel de Lezama un músico acompaña a una pareja desnuda, la
mujer lleva toca de barbuquejo.
La Llanada Alavesa.
Geográficamente presenta forma alargada de Este a Oeste. Al Poniente
cerrada por la Sierra de Badaya, al Sur por los montes de Vitoria y la Sierra
de Encia, al Norte por las Sierras de Elguea-Urquilla y al Este, por Navarra.
Comprende el Valle alto y medio del Zadorra.
La división de la Llanada en dos partes coincide con las supuestas zonas
de ámbito caristio (Occidental) y várdulo (Oriental) a la llegada de los
romanos, división que perduraba en la Edad Media. La Llanada ha estado
siempre abierta a los caminos, por ella cruzaba la vía romana Astorga-Burdeos
cuyo uso medieval es claro, con el peligro de las incursiones musulmanas
antes del año 1000. A partir de entonces el control de la comarca estaba en
manos de los «Milites alabenses», un embrión de poder que luego cristalizaría
en la Cofradía de Arriaga.
La población medieval era exclusivamente rural, con hidalgos dedicados fundamentalmente a la agricultura y asentados en pueblos de pequeño
vecindario, unos 30 vecinos, según la Reja de San Millán; esto va dar lugar aun
arte religioso también rural, con templos de dimensiones reducidas, cuya
floración va a comenzar a fines del siglo XII y se prolonga durante el siglo
XIII. En este próspero siglo se intensifica el comercio hacia la frontera
pirenáica y los puertos de Vizcaya, Guipúzcoa y Santander, adquiere auge la
ruta jacobea de San Adrián. Muchos de los edificios aunque mantiene la
tradición románica en su estructura, conservan elementos característicos del
protogótico.
Llanada Occidental.
Arte Románico:
De los 96 pueblos que comprende la Llanada Occidental, 55 conservan
restos románicos. Aunque muchos de los edificios han sufrido reformas en
épocas posteriores, otros, conservan su estructura románica, como son los
de San Miguel de Abechuco, Argandoña, Acilu, Hueto Arriba, Legarda,
Ullívarri-Arrázua, Ullívarri-Viña y las ermitas de Santa María de Ayala en
Alegría, San Juan de Elburgo y San Pedro de Quilchano.
Detalle de la portada de
Lopidana.
En esta portada apreciamos una de las características singulares del románico alavés: los
fustes decorados con motivos reticuladas imitando los trabajos de cestería, es claro el parentesco
con la de Estíbaliz.
Arquitectura:
Constan de una sola nave, unas con cabecera semicircular:
Argandoña, Hueto Arriba, Troconiz, Santa Mª de Ayala y San Juan del Elburgo y otras
con cabecera recta: San Miguel de Abechuco, Acilu, Gardélegui,
Ullívarri-Viña y San Pedro de Quilchano.
El sistema de cubrición, unas con bóveda de medio cañón como las naves
de Mandojana y Crispijana y las cabeceras de Hueto Arriba y San Juan de
Elburgo; otras, con medio cañón apuntado por ejemplo las naves de San
Miguel de Abechuco, Santa Mª de Ayala, Gardélegui, Guereñu, Hueto Arriba, Legarda, Monasterioguren, Ullívarri-Viña etc.
Bóvedas con
«ogivas» se localizan en los presbiterios de Acilu y Gáceta, en el tramo de debajo de la
torre de Legarda, en el pórtico de Erenchun y en los arranques de la nave de
Quilchano.
En general las bóvedas de cañón aparecen reforzadas con arcos fajones
de sección rectangular. El sistema de apoyos de estos arcos se realiza
mediante pilastras rectangulares que llevan adosada una media columna con su
capitel decorado, en otros casos se apean simplemente en pilastras con
imposta.
Las portadas y los ventanales son los dos elementos que más han perdurado en el Románico de la Llanada Occidental. Unas 25 portadas son de
arco apuntado, compuestas de varias arquivoltas y casi todas llevan
decoración. Muy pocas son las de arco de medio punto: la de Zuazo de Vitoria,
Aberásturi, San Miguel de Abechuco y la de Hueto Arriba. El número de las
columnas varía en correlación con las arquivoltas y avanzada ya la primera
mitad del siglo XIII, se dan ejemplos en que las columnas se convierten en
pilastras con un baquetón en el ángulo, como en Adana, Chinchetru, Santa
Mª de Ayala y Ullívarri-Arrazua. Según Gudiol se trata de un hecho curioso
que no se da en ninguna otra región española.
Los ventanales son en general también de arco apuntado, con varias
arquivoltas. Escasos los de arco de medio punto, como los de Argandoña,
Acilu, San Juan de Elburgo, Ullívarri-Viña, Crispijana...
Muchos templos aún conservan hiladas enteras de canecillos que cobijan gran belleza ornamental, entre los que podemos citar: Añúa, Hueto Abajo,
Oreitia, Matauco, San Juan de Elburgo y Santa Mª de Ayala.
Conserva su espadaña exenta Subijana de Alava. Otras han sufrido
añadidos: Hueto Arriba y Hueto Abajo, Villodas y Zumelzu; formando parte
de la torre actual: Lopidana y Abechuco.
Las pilas bautismales: un grupo se caracterizan por la copa semiesférica
y pie de cuatro columnas redondas adosadas a un núcleo central, otro por
su pie redondo cubierto de ajedrezado: Estarrona y Chinchetru y por último
las de Ullívarri-Viña y Margarita con el pie clásico y abundante decoración
en la copa.
Temas Decorativos:
En los temas geométricos adquieren gran personalidad en esta zona los
fustes reticuladas a base de flores cuadrifoliadas y encestados que decoran
las portadas de Argandoña, Lopidana y Hueto Arriba y los ventanales de San Pedro de Quilchano. Festoneados, medias bolas,
taqueado, besantes, bolas con caperuza, son motivos abundantes.
Entre los motivos vegetales es frecuente el tallo entrelazado con motivos
escamosos en el centro: Arzubiaga, Betoño; hojas picudas que envuelven
piñas: San Miguel de Abechuco, Arzubiaga, Betoño y Gamarra Menor: los acantos predominan en toda la Llanada y las carátulas de cuyo rostro
surgen motivos vegetales son también abundantes.
Temas animalísticos: el águila en presa sobre cuadrúpedo es un tema que
se repite en Añúa, Hueto Abajo, Lubiano y Matauco.
Temas historiados: la Dama y el Caballero decoran las portadas de Durana y Otazu, ventana absidial de Argandoña, ménsulas para el trasdós en
los ventanales de Ali y Lopidana y en el ventanal de Santa María de Ayala y
en la torre de San Miguel de Abechuco.
Entre los temas historiados de tipo religioso: un Obispo con báculo y mitra bendiciendo, en Ullívarri-Arrázua; un sacerdote revestido con casulla
en Argandoña. El tema del caballero en Oreitia y pila bautismal de
Margarita, el Tetramorfos en Gáceta, ángeles y seres alados en Añúa, Hueto Abajo
y Oreitia.
Llanada Oriental:
Arte románico:
Sobre un total de 42 pueblos, 28 templos conservan restos románicos;
todo han sufrido restructuraciones, pero menos los templos de despoblados
reducidos a simples ermitas. Salvo las excepciones del Románico primitivo,
los demás se pueden adscribir al siglo XIII. Casi la totalidad ve generalizarse
el arco apuntado en portadas o en el perfil de las bóvedas, no en los
ventanales, de medio punto.
Arquitectura:
Todas las plantas son de nave única y la mayoría de cabecera recta. Hay
contadas excepciones de ábside semicircular en Gateo, Alaiza y Santa María de Ula (Salvatierra), lugares próximos a los puertos de
Guereñu, San Juan y Opacua que comunican la Llanada con las tierras del sur. Otra
excepción es Ezquerecocha, que marca la transición al gótico con su ábside
ochavado y mantiene un doble nicho algo tardío en el prebiterio. Bóveda de
cañón sólo queda en la iglesia vieja de Larrea y San Juan de Amamio (Araya).
Nave completa de cañón ligeramente apuntado en Alaiza, Gateo y San Martín de Salvatierra. Escasean los apoyos de medias columnas, presentes sólo
en Amamio, Gateo, San Martín de Salvatierra y los tardíos del ábside
protogótico de Ezquerecocha.
Predominan las portadas apuntadas. De medio punto hay en San Román
de San Millán, Ezquerecocha y una puerta secundaria de Ozaeta. Además de las primitivas de herradura, hay algunas aspilleras lisas en Gateo,
Arriola, Mezquía y Larrea, pero predominan los ventanales abocinados de medio
punto. En Alaiza y Ocáriz se han conservado restos de un singular
«pórtico-enterrorio» con doble portada románica en cada caso. La torre de Arriola es
única en el Románico alavés por los elegantes arquillos ciegos de su cuerpo
bajo, apoyados en medias columnas o en ménsulas. Sobresale la pila
bautismal de San Román de San Millán por el sabor popular de sus motivos con
rasgos orientalizantes.
Torre de
Arriola.
Este es uno de los escasos ejemplares de torre-campanario conservados en
Álava. El cuerpo inferior va decorado con amplios arquillos ciegos que apoyan en medias columnas o ménsulas.
Temas decorativos:
El influjo cisterciense se manifiesta en la preferencia por los temas
geométricos más simples: baquetones, taqueado, bolas, besantes. El gusto
popular impone las rosetas inscritas en círculos. Los temas de aire mudéjar de
la portada de Gordoa empalman con otros semejantes de la Llanada Occidental.
Los vegetales evolucionan desde hojas planas casi incisas, pasando por
las palmetas y acantos estilizados hasta llegar al naturalismo del ventanal
apuntado de Ezquerecocha donde se distinguen hojitas de encina con sus
bellotas. Los fustes y los tallos vegetales de Ocáriz son un mundo aparte que
llevan directamente al área de Estíbaliz.
Aparte de lo monstruoso o irreconocible, lo animalístico se reduce a una
cabeza de león y león rampante en Luzuriaga, un doble cuerpo de león con
una sola cabeza y un águila en el ventanal de Amamio, y el águila en presa
de Ezquerecocha.
En los temas humanos e historiados destacan por su rusticidad las
cabezas y figuras en los canes de San Julián de Aistra. Aparece una escena
infernal poco clara en Amamio, figuras orantes en Ezquerecocha, pequeños
«atlantes» en Gateo y Arriola, el Cristo Cordero y el Ángel músico en los
medallones de la portada de Luzuriaga, cuyo trasdós arranca de las cabezas
de un varón coronado y de una bella dama sólo comparable en sus finos
rasgos a la del nicho de Ezquerecocha. La portada de Gordoa aporta el castizo
tema alavés de la dama con atoca y barbuquejo y su «pendant» varón, con la
variante de que a éste le brotan serpientes de la boca.
Valles Occidentales.
Valdegovia y la Ribera del
Ebro.
Ocupan una estrecha faja al oeste de la provincia. Sus límites: al norte la
Sierra de Arcamo y de Badaya, al oeste la provincia de Burgos, al este el
Condado de Treviño y al sur el río Ebro.
Zona de tránsito entre Castilla y Vasconia, rutas jacobeas penetraron en
Álava y precisamente aquí en Valdegovía confluían diversos caminos, estas
tierra durante los siglos IX al XI viven momentos de paz ante el peligro
musulmán. También la atravesaron rutas comerciales que iban desde Castilla a
los países de Europa a través de los puertos del Cantábrico, se comerciaba
la lana, la sal que abastecía a Castilla y parte procedía de Salinas de
Añana, era un producto básico en la economía medieval. Esta expansión económica
junto con las rutas que fueron vehículo de cultura, noticias, costumbres y
arte nos refleja el auge constructivo.
Ventanal exterior del ábside de
Astúlez.
Extrema sencillez en sus proporciones y decoración. Resaltan sus capiteles principalmente
el que muestra una ingenua escena de pesca.
Desde muy temprano estuvo esta zona poblada de monasterios, se
cuentan 38 entre los siglos IX y XII, algunos datados desde fecha muy antigua
como el de Tobillas (822).
Buen número de los templos románicos rurales cambiaron su fisonomía
a partir del siglo XVI, perdiendo su estructura románica y algunos
conservaron su primitiva cabecera, portada y ventanales.
Arte románico.
De los 93 pueblos que comprende esta comarca, aproximadamente en 33
hay restos románicos, muy dispersos y fragmentados, incluyendo el
románico primitivo.
La ermita de Sobrón, Ribera, Subijana-Morillas, Nanclares de la Oca y
Astúlez son los que mejor han conservado su estructura románica.
Arquitectura:
Estos templos constande una sola nave, cubierta con bóveda de cañón
apuntada y reforzada por arcos fajones que se apoyan en pilastras con imposta moldurada que corre a lo largo de la nave, a excepción de Ribera con
columnas. Son de cabecera semicircular: Valluerca, Sobrón, Astúlez y
Nanclares de la Oca, cubiertas con bóveda de horno. El vano del ábside va desde
una saetera como en los dos primeros casos, a un amplio ventanal como en
Nanclares. Tiene cabecera recta: Ribera, Parroquia de Carcamo, Subijana,
Morillas, Manzanos, Comunión, San Pelayo (en ruinas).
Predominan las portadas de arco apuntado, salvo las dos de
Villamaderne y la de Villanueva de la Oca de medio punto. Abundan las arquivoltas
blaquetonadas y sin decorar, a excepción del trasdós con taqueado:
Astúlez, Basquiñuelas y medias bolas en Villanueva de la Oca.
Entre los ventanales que se han conservado fuera de los de la cabecera,
tenemos dos en Hereña, uno en Villaluenga, y otro en Alcedo rico en
ornamentación relacionado con el románico de La Rioja Alta.
Encontramos una espadaña románica en Ribera a los pies del templo y
otra exenta en Villamaderne, de tres pisos que voltean sobre un gran arco
apuntado con función urbanística.
Las pilas bautismales que nos han llegado son muy pocas y de escasa
decoración: Hereña, Pobes y Basquiñuelas, ésta ornamentada con temas
animalísticos y sogueado. Hiladas de canecillos localizamos en Corro, Tobillas,
Valluerca, San Miguel y Subijana-Morillas.
Temas decorativos.
Geométricos: sogueado en Basquiñuelas y Valluerca, trenzado con
contario en los ventanales de Alcedo y Hereña, la decoración de bolas en
Valluerca y Sobrón, apareciendo aquí los canecillos de rollos en el ábside,
cabezas de clavo en reticula de talla plana en el ventanal de Nanclares de la
Oca.
Vegetales: acantos de hoja picuda en los ventanales de Manzanos y
Nanclares, hojas de vid en los capiteles del interior de Ribera y flores
cuadrifoliadas de hoja carnosa en Alcedo.
Temas animalísticos: decoran la pila bautismal de Basquiñuelas, dos
palomas en un canecillo del ábside de Sobrón, cabezas monstruosas en el
ventanal de Comunión, centauro lanzando flechas en la portada de Ribera y el
águila en presa en el ventanal de la cabecera de Subijana-Morillas.
Temas historiados: tres guerreros con atuendo medieval en la portada de
Ribera, escena de pesca en el ventanal de la cabecera de Astúlez, carátulas
en Hereña, rostros de delicadas facciones en Alcedo y tres cabecitas en dos
capiteles de la cabecera de Subijana-Morillas.
Cuartango.
En el oeste alavés, surcado por el Bayas se abre el valle de Cuartango
entre las sierras de Arcamo, Badaya, Arrato y Guibijo. Atestigüan su fuerte
romanización los topónimos en -ANO (Arriano, Sendadiano, etc.), indicativos del nombre del «possesor» de fundos o villas, también una estela
funeraria en Urbina de Basabe y las ofrendas monetales al «genio» de Solacueva
(Jócano). Zona de pasos escondidos entre las sierras y tempranamente
repoblada, con monasterios como los de Corcuera (950) y Lupudiano (1070), sus
veinte pequeños núcleos mantienen desde entonces casi hasta hoy el
equilibrio de población.
Arte románico:
Al menos dieciséis templos evidencian restos románicos, lo que supone
la densidad más alta de la Provincia. Una aspillera de Urbina de Basabe es
la excepción frente al tardorrománico rural atribuible al siglo XIII del resto.
El románico cuartangués, teñido de austeridad, se emparenta con el foco
de Urcabustaiz en la tendencia geometrizante y estilizada de su decoración
y en la esbeltez de templos como los de Catadiano y Sendadiano.
Arquitectura.
Todos responden al modelo de nave única, corta y cabecera recta. El
arco triunfal con columnas adosadas diferencia la nave del presbiterio en
Aprícano, Catadiano y Sendadiano. Las bóvedas muestran apuntamiento ligero en Archúa, Marinda, Zuazo y Sendadiano, más claro en Jócano y sólo
en la cabecera de Catadiano y Aprícano.
Las portadas, apuntadas menos la de Marinda, son lisas y muy sencillas
salvo las de Jócano, Ullibarri y la más cuidada de Zuazo. Como es norma en
Urcabustaiz, Catadiano presenta dos ventanales superpuestos en la cabecera, prueba de su esbeltez. La mayoría de los templos conservan canes lisos
con las excepciones de un mascarón en Ullibarri y un rollo grueso en
Tortura.
Las pilas bautismales de Arriano y Zuazo son ejemplares magníficos con
sus bandas de motivos geométricos incisos, próximos a los temas decorativos
habituales en Urcabustaiz y Cuartango. La de Santa Eulalia, muy
interesante y con pie de ocho columnas, está más cerca del gótico.
Temas decorativos:
Zuazo, cabeza del valle, sobresale como prototipo por su riqueza
decorativa. Los esbeltos capiteles troncocónicos de su portada y ventanales y la
decoración geométrica casi incisa reflejan el mismo estilo de Oyardo y
Belunza en Urcabustaiz. El modelo de ventanal de Zuazo, con sogueado y acantos en las arquivoltas, se repite en Arriano y Catadiano.
Hay también coincidencias entre las portadas de Jócano y
Ullibarri, trasdosadas de taqueado que también invade las impostas en los ventanales de
Arriano y Catadiano. Los capiteles, troncocónicos, se cubren de acantos
estilizados en Ullibarri o Sendadiano y más frecuentemente de tallos que
rematan en bolas o piñas como caulículos: Aprícano, Arriano, Zuazo,
Sendadiano y Catadiano.
El tema del león con cabeza en giro hacia atrás, como aparece en
Urcabustaiz y Cigoitia, se reseña en Catadiano y Ullibarri. La pareja de la dama
con atoca y barbuquejo y el varón, tema tan alavés, se repite tres veces en
Zuazo y dos en Catadiano. La portada de Jócano ofrece el tema de carátulas
vomitando tallos vegetales.
Montaña-Treviño.
En este apartado distinguimos dos zonas de personalidad definida. Una,
el Arciprestazgo de Treviño-Albaina que comprende practicamente el Condado de Treviño y los pueblecitos al Sur y Este del Conado y otra, el
Arciprestazgo de Campezo y la zona de Arraya y Laminoria.
Arciprestazgo de Treviño-Albaina: cerrado al Norte por los Montes de
Vitoria, al Sur por la Sierra de Toloño, al Este por los montes de Izquiz y al Oeste
por el río Ayuda.
Durante la Alta Edad Media se establecieron en estas tierras pequeñas
comunidades paleocristianas, que habitaron en cuevas artificiales, pero las
fuentes documentales no hablan más que a partir del siglo XI. Según la
«Reja de San Millán» en este siglo ya estaba poblado el Condado, a
excepción de la zona occidental y del bajo Ayuda. Pero no quedan restos
artísticos de esta primera etapa pobladora. La fundación de la villa en el siglo XII
y la prosperidad que vive en el siglo XIII, trae como consecuencia un fuerte
aumento de la población. Este momento nos ha dejado la riqueza de los
templos románicos y en algunos consta su fecha de erección: San Juan de
Treviño (1.251), Santa María de Peñacerrada (1.256).
Arte románico:
De los 51 pueblos que comprende este Arciprestazgo, 36 conservan
restos románicos. Fechables la mayoría a partir del siglo XIII. Los templos
que conservan mejor su estructura románica son: Ascarza, Uzquiano,
Pedruzo, Arana, Franco, Argote y la ermita de Nuestra Señora del Granado en
Albaina.
Arquitectura:
Presentan planta de una sola nave, con cabecera recta y tienen ábside
semicircular Busto y San Martín de Zar. Se cubren con bóvedas de cañón
apuntado y arcos fajones, algunas ermitas y tramos de iglesia la conservan de
medio cañón, apoyados en columnas adosadas a pilastras. Las cabeceras rectas con tejado a doble vertiente se abren con un ventanal. Solamente se
conservan dos vanos superpuestos en Samiano, Argote y Ascarza. Las de cabecera semicircular con bóveda de horno.
Predominan las portadas de arco apuntado con
arquivoltas-baquetonadas sin decorar, algunas ofrecen en su trasdós cuadrifolios como las de
Saraso, San Martín Galvarín y la ermita de Albaina. Con decoración vegetal las
de Dordoniz, Franco, Laño y Ochate; con temas historiados la de Peñacerrada y Treviño. La mayoría carecen de tímpano, en las que se conserva es
liso y descansa en grandes ménsulas con cabezas monstruosas: Aguillo,
Saraso y Peñacerrada. Según Torres Balbás «deben calificarse como creación
artística de las peregrinaciones». Es la única zona que conserva pórticos
románicos, uno completo, el de Arlucea, y otro, conservado en parte, el de
Laño.
Son destacables la pila bautismal de Treviño con ornamentación vegetal,
la de Muergas y la de Torre decoradas con castillos y leones y las de Argote
y Doroño con vegetales y rostros humanos.
Temas Decorativos.
Geométricos: puntas de diamante, cuadrifolios, cuadrados rehundidos,
rosetas geométricas, son motivos que predominan en las arquivoltas y en el
trasdós de las portadas.
Reticuladas, encestado, zig-zag decoran los fustes
de las columnas en Pedruzo, Fuidio, Araico y Arlucea.
En los temas vegetales hacemos una distinción entre vegetación clásica y
naturalista. Vegetación clásica: acantos estilizados, tallos entrelazados con
elementos escamosos, tallos curvados, hojas palmetas, rosetas de carnosos
cuadrifolios, cardinas, rostros humanos entre el follaje, hojas salientes de la
boca de carátulas, penachos de hojas puntiagudas y bolas entre ellas,
decoran arquivoltas y capiteles de portadas y ventanales. Vegetación naturalista:
hojas de vid en San Martín Galvarín, palmetas con piñas en Dordóniz,
helecho en el ventanal de Laño, hojas de roble en Treviño, de encina en
Peñacerrada y Treviño.
En los temas animalísticos también distinguimos entre los naturales y
monstruosos. Fauna naturalística: con muestra de su variedad tenemos un
elefante en la portada de Busto, monos en las arquivoltas de Dordóniz, el
cerdo en Araico, águila en presa en Uzquiano, Ascarza y Aguillo, leones y
lechuza en Treviño. Entre la fauna monstruosa: arpías en Treviño y
Uzquiano, lucha entre saurios, cuadrúpedos y aves en Fuidio, aves picoteando un
rostro en Uzquiano y con testas de galgo en Pedruzo.
Dentro de los temas historiados de tipo profano: escenas de caza en
Saraso, la matanza del cerdo en Busto, Aguillo y Uzquiano, el mensario y los
signos del Zodiaco en Treviño, la Dama y el Caballero en Arana, Castillo y
León en Franco.
Portada de
Saraso.
Su iconografía es una de las más ricas del Condado de Treviño. Los capiteles de la derecha
nos muestran una escena de caza del jabalí, Santas, Cristo triunfante y el Martirio de San Pedro.
Los del lado izquierdo la Concordia y la Discordia, escenas de caza a caballo con perros y el
Martirio de San Andrés.
A parte del tema de Adán y Eva en Aguillo, la portada de Saraso nos
ofrece un rico conjunto de iconografía religiosa con los temas del Martirio de
San Andrés y el de San Pedro, el Cristo triunfante y el tema de la Concordia
y Discordia.
La Montaña:
Comprende las comarcas de Arraya, Laminoria, Arana, Campezo y alto
valle del Ega, situadas al este de la Provincia, junto a la Navarra media. Los
montes de Iturrieta, Encia, Izquiz, Cantabria, Codés la convierten en zona
abrupta y a la vez protegida. Al amparo de la sierra de Cantabria se hacía
antes del año 1000 el «paso de ronda» desde tierras de Miranda hacia Navarra
por el valle del Ega sin miedo a los musulmanes. Otros pasos escondidos
enlazaban más tarde la Llanada con la Rioja o Estella, en rutas de enlace para
el Camino jacobeo, por lo que cobraron importancia la Abadía de Santa Pía
(Cicujano) desde el siglo XI y el histórico Arcedianato de Berberiego, con
sede junto a San Vicente Arana. Comarca fronteriza, recibieron Fueros de
reyes navarros (Bernedo y Antoñana en 1.182) o castellanos (Contrasta,
Corres, Santa Cruz en 1.256). La pujanza económica de los siglos XVI y XVII
sustituyó por otros nuevos muchos de los elementos románicos.
Arte románico:
De los 39 pueblos comprendidos, 30 templos conservan algún resto
románico, cuyo denominador común es la simplicidad estructural y la
austeridad «cisterciense» en lo decorativo, lo que es muy claro en el foco de
Arraya-Laminoria.
A excepción de lo primitivo (Cicujano) es atribuible en bloque al siglo
XIII, y se despide con el brillante final de la portada de Bernedo por la que
corren los nuevos aires del naturalismo gótico.
Arquitectura:
Son plantas de nave única, y aunque persiste la tradición de cabeceras
rectas se cuentan cuatro ábsides semicirculares en otras tantas ermitas
situadas en dos rutas altomedievales: la del río Berrón, ermitas de La Soledad
(Atauri) y Nª Sª del Campo (Antoñana) y la del valle de Arana, ermita de Nª
Sª de Elizmendi (Contrasta) y Andra Mari (Ullibarri Arana). Esta última
conserva su estructura completa como también otras de cabecera recta:
Musitu, Vírgala Menor, y la Virgen del Campo. Esta ermita de Maestu, con
interesante arco de triunfo, es el monumento más completo, verdadero
prototipo de la zona en estructura y decoración. Atauri y Leorza conservan tres
tramos a los pies. Sus bóvedas aparecen ya apuntadas, menos en Vírgala
Menor con bóveda de cañón pero ya con fajones apuntados y nervios
protogóticos en la cabecera. Los cuatro ábsides semicirculares se cubre con
bóveda de horno.
Hay una docena de sobrias portadas de arco apuntado, siendo excepción
la ermita de Andra Mari en Ullibarri Arana, cuyo perfil es de medio punto
tendente ala herradura. Los ventanales son de medio punto en la Virgen del
Campo (Maestu), Leorza y Villaverde; ya apuntados en Alecha, La Soledad
(Atauri) y Sabando.
Los canes abundan; en Elizmendi están inspirados en las estelas romanas
contiguas, otros soportan interesantes tejaroces en Pipaón, Obécuri y sobre
todo en la Virgen del Campo (Maestu). Como resto de espadaña, la
intestada en la cara oeste de la torre de Obécuri. Pilas valiosas hay en Quintana y
Urturi, pero las de Roitegui y Onraita son auténticas joyas dentro de la
Provincia por su castiza decoración geométrica.
Portada de la Ermita de la Virgen del Campo de
Maestu.
Se puede considerar a esta ermita como prototipo de la Montaña en su estructura y
decoración. Esta última insiste en temas geométricos o simples incisiones llevando al esquematismo los
temas vegetales. En los canecillos se combinan originales cabezas con modillones de rollos.
Temas decorativos:
Hay un claro predominio de los temas geométricos con tendencia a la
máxima sobriedad que es patente en los temas de las arquivoltas:
baquetones, taqueados y dientes de sierra cuando no molduras lisas. Pero más
Característico es que la talla se resuma en simples incisiones como en el foco de
Arraya-Laminoria: portada de Musitu, ventanales de Sabando, Alecha, y sobre todo en las portadas de Cicujano, San Martín de Güesal y Virgen del
Campo (ambas en Maestu), donde coinciden con temas de cabezas de clavo y con un tratamiento muy plano y geometrizado de ciertos vegetales ya
irreconocibles. Hay sogueado en Leorza y La Soledad (Atauri).
Los escasos vegetales tienden a la estilización como los capiteles
corintios en las portadas de Pipaón, Obécuri, o los acantos de ésta y de la Virgen
del Campo y las cardinas de Leorza. En cambio la hojarasca naturalista anuncia ya el gótico en la portada de Bernedo.
La animalística sólo aporta un oso y otra fiera en los canes de la Virgen
del Campo (Maestu), un verraco en los de Elizmendi (Contrasta) y un león
en un capitel de Pipaón.
Entre los historiados, en general toscos, aparecen dos aves (Pipaón) y
dos grifos (Virgen del Campo) afrontados junto a los oídos de sendas figuras
humanas. A destacar una deteriorada escena de banquetes en un capitel, conservado en Alecha, un tosco Crucificado en un can de Elizmendi, el San
Mateo y San Marcos del Tetramorfos inacabado en la pila de Quintana, unas cabezas de varón y dama con toca de barbuquejo, y un clérigo en la
Virgen del Campo (Maestu). La portada de Bernedo ofrece, ya más elaboradas, escenas agrícolas, de caza, del Pecado Original, del Infierno y de
Angeles.
Rioja alavesa.
Al pie de la sierra de
Cantabria-Toloño se extiende esta comarca natural de la Sosierra hasta orillas del Ebro. En la Edad Media era un firme feudo
navarro. Sancho el Sabio dio fuero a Laguardia en 1.164 y Sancho el Fuerte a
Labraza en 1.196. La fuerte influencia monasterial tuvo dos vertientes: San
Millán de la Cogolla, abierta a Castilla y San Salvador de Leire, con influjos
navarros y transpirenaicos.
Cruza la comarca una rama del Camino de Santiago que va desde La
población, por Cripán, Elvillar y Laguardia, hasta el Ebro. Por ello y por ser
cabecera comarcal se sitúa el principal foco románico en Laguardia, menos
en Labastida y el resto son testimonios aislados que han perdurado a pesar
de las ampliaciones de templos en el siglo XVI y siguientes.
--
Laguardia: Santa María de los
Reyes: Sus restos románicos dispersos
acusan un doble momento:
Primitivo (1.ª mitad del siglo XII): un lienzo del muro norte con
arquillos ciegos de tipo lombardo. Ejemplar único en Álava. De la misma época
es un austero relieve del Salvador con nimbo, intestado en lo alto de la torre
abacial.
Avanzado (hacia el 1200): La continuación del muro norte citado, ya
con arquillos apuntados apoyados en columnillas prismáticas. En el interior
del templo, hacia los pies, muestra de la influencia del Císter navarro
(Colegiata de Tudela, La Oliva, etc) quedan varios pilares y columnas adosadas.
En esta época tuvo origen la torre abacial, pues bajo la cornisa se reconocen
como románicas en los cuatro costados sendos pares de ventanales apuntados.
-- Laguardia: San Juan Bautista: Lo que hay es también fechable hacia el
1.200. Portada Sur: ligero apuntamiento en sus cinco arquivoltas
baquetonadas. Los fustes de la izquierda se decoran con hojas de palmera imbricadas o
con malla de flores. A la derecha, a tamaño natural, el Ángel y la Virgen de
la Anunciación, ambos con elegantes plegados. El San Gabriel alado, de rostro varonil, con nimbo y espesos rizos alza su diestra hacia María, una
doncella de larga toca, coronada por dos ángeles y sobre estos un capitel
muy expresivo con el tema de la Dormición-Asunción de María. Por encima
de la portada un óculo con figuras desbordantes de gracia y fantasía y el
tejaroz con canes de modelado perfecto.
--
Labastida: Ermita de Santo
Cristo: Amplia portada con seis arquivoltas
baquetonadas de medio punto. Capiteles historiados y vegetales. El interior
conserva soportes, y adosados al exterior hay varios capiteles con
mascarones.
--
Santa María de
Berberana: ligero apuntamiento en la portada, singular
por su doble arquivolta dentada. Cabecera cuadrangular y arco de triunfo
apuntado.
También conservan restos Nuestra Señora de Torrentejo, de ábside
semicircular (Labastida), Santa María de Cripán, Santa María de Villabuena
y la Asunción de Viñaspre.
Detalle del flanco derecho de la portada sur de la Parroquia de San Juan.
Laguardia.
Estatuas de bulto casi redondo representando la Anunciación del ángel a María, responde a
una clara influencia francesa. Único ejemplo en portadas alavesas en que el fuste es sustituido
por estatuas.
BIBLIOGRAFÍA.
--LÓPEZ DE GUEREÑU , Gerardo
Álava Solar de Arte y de Fe Publicado por la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. Vitoria, 1962.
--LÓPEZ DE GUEREÑU, Gerardo Andra Mari en Álava. Iconografía Mariana de la Diócesis de Vitoria.
Publicado por la Diputación Foral de Álava. Vitoria, 1982.
--LATXAGA Iglesias Rupestres Visigóticas en Álava. La capadocia del País Vasco o el complejo rupestre más importante en
Europa. Ed. La Gran Enciclopedia Vasca. Bilbao, 1976.
--MALAXECHEVERRIA, Ignacio El Bestiario Esculpido en Navarra. Publicado por la Institución Príncipe de Viana. Pamplona, 1982.
--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa Y COLABORADORES. Catálogo Monumental. Diócesis de Vitoria.
Tomo 1: Rioja Alavesa.
Tomo 2: Arciprestazgo de Treviño y Campezo.
Tomo 3: Ciudad de Vitoria.
Tomo 4: Llanada Occidental.
Tomo 5: Llanada Oriental y Valles de Barrundia, Arana, Arraya y
Laminoria. Publicado por la Caja de Ahorros Municipal de Vitoria. Vitoria, 1967-68-68-75 y 1982.
--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa. Álava Artística y Monumental. Diccionario Enciclopédico Vasco. Vol. I. Auñamendi San
Sebastián, 1970.
--PORTILLA VITORIA, Micaela Josefa. Arte Románico. Raíces y Evolución.
Álava en sus manos. Publicado por la Caja Provincial de Ahorros de Álava. Vitoria, 1984.
--RUÍZ DE LOYZAGA, Saturnino. Monasterios altomedievales del Occidente de
Álava. Valdegobía. Publica, Diputación Foral de Álava, Vitoria, 1983.
--RUÍZ DE LOYZAGA , Saturnino.
El Templo Parroquial de Tuesta. Revista Institución Sancho el Sabio. Págs. 55 a 85.
--SEBÁSTIAN LÓPEZ, Santiago. Mensaje del Arte Medieval. Ediciones Escudero. Córdoba. 1978.
--WEISBACH , WERNER.
Reforma Religiosa y Arte Medieval. Las influencias de Cluny en el arte románico occidental.
Espasa Calpe. Madrid, 1949.
--FATAS, Guillermo Y BORRAS, Gonzalo M.
Diccionario de Términos de Arte. Y Elementos de Arqueología y Numismática.
Ed. Anatole. Zaragoza, 1973.
VOCABULARIO BÁSICO DE TÉRMINOS ARTÍSTICOS.
--ACANTO: planta con cuyas hojas se adornaban los capiteles corintios y
en algunas ocasiones molduras.
--ARCO: Fajón: el que sostiene la bóveda separando los tramos.
Triunfal: el que separa el presbiterio de la nave.
--ARPÍA: monstruo mitológico, mezcla de un busto de mujer y un cuerpo
de ave rapaz.
--ARQUIVOLTA: conjunto de arcos abocinados que forman una portada.
--ASPILLERA ó SAETERA: pequeño vano estrecho.
--BAQUETÓN: moldura redonda que sustituye a la arista.
--BARBUQUEJO: cinta que sujeta un tocado a la cabeza pasando por
debajo de la barbilla.
--BESANTES: motivo ornamental a base de discos resaltados.
--BÓVEDA: - de cañón: originada por el desplazamiento de un arco de
medio punto a lo largo de un eje longitudinal.
--e horno: la que consta de un cuarto de esfera, y por lo
general cubre el espacio del ábside semicircular.
--e «Ogivas»: originada por arcos de medio punto de sección rectangular cruzados como nervios, de origen mozárabe.
--CANES: modillones o repisas en que se apoyan los salientes de una
cornisa o tejado.
--CRISMÓN: Monograma de Cristo, formado por sus dos primeras letras en griego: X (ji) y P
(ro).
--DIENTES DE SIERRA: ornamentación de ángulos entrantes y salientes yuxtapuestos alternativamente.
--EBORARIA: arte de trabajar los marfiles.
--EPITAFIO: inscripción funeraria.
--ESPADAÑA: pared elevada sobre la fachada, que sirve de campanario. Suele poseer uno o más vanos en donde se ponen las campanas y
generalmente remata en piñón.
--EXTRADOS o TRADOS: superficie externa y convexa de un arco o bóveda.
--FESTONEADO: decoración con ondulaciones convexas.
--FUSTE: parte de la columna situado entre el capitel y la basa.
--GRAFITOS: inscripciones hechas en las paredes.
--GRIFO: animal con cabeza y alas de águila y cuerpo de león.
--HORNACINA: hueco coronado por un cuarto de esfera, generalmente practicado en el muro.
--ICONOGRAFÍA: ciencia que estudia el origen, formación y desarrollo de los temas figurados.
--IMPOSTA: hilada algo voladiza sobre la que se asienta un arco o una
bóveda
--LOSANGE: decoración en forma de rombos.
--MAINEL o PARTELUZ: elemento en vertical que divide la luz de una ventana o una
portada.
--MAMPOSTERÍA: fábrica hecha con piedras sin labrar o con labra tosca,
que se apareja de modo irregular.
--MÉNSULA: elemento en saledizo que sirve para sostener alguna cosa.
--MODILLOS DE ROLLOS: el que lleva en su curva concava adosadas
una serie de rollos que quedan escalonados.
--ÓCULO: pequeña ventana en forma de «O».
--SILLERÍA: fábrica hecha con sillares bien labrados.
--SOGUEADO: decoración hecha con sogas o adornos en forma de cuerdas.
--TEJAROZ: alero volado sobre una portada.
--TETRAMORFOS: conjunto de los símbolos de los cuatro evangelistas: hombre (San Mateo), buey (San Lucas), león (San Marcos), águila
(San Juan).
--TÍMPANO: espacio delimitado por el dintel y las arquivoltas en las
portadas.
ROMÁNICO ALAVÉS. TEMAS ICONOGRÁFICO-ORNAMENTALES.
--TAQUEADO O AJEDREZADO: Predominan en toda la Provincia.
--MEDIAS BOLAS: Santa María de Tobera, San Juan de Cárcamo, Miña- no Menor, Olano, Gujuli, Unzá, Villanueva de la Oca, San Miguel
de Abechuco.
--SOGUEADO: Arriano, Catadiano, Zuazo, Miñano Menor,
Oyardo, Lezama, Belunza, Leorza, Basquiñuelas, Tobera, Cárcamo,
Valluerca.
--CABEZAS DE CLAVO: Musitu, Cicujano, Oreitia, Alecha, Maestu, Arlucea,
Albaina.
--BESANTES: Mártioda, Galarreta, Ocáriz, Estíbaliz, San Pedro de
Quilchano.
--MODILLONES DE ROLLOS: Virgen del Campo (Maestu), Miñano Menor, Santa María (Tobera), San Vicentejo, Moraza,
Valluerca, Añes, Franco.
--DIENTES DE SIERRA: Tuesta, Berberana.
--FESTONEADOS: Tuesta, Otazu, Durana, Gordoa, Argandoña.
--ENTRELAZOS: Martínez, Laño, Estíbaliz, Treviño, Betoño, Ullibarri-Biña, Alcedo,
Arzubiaga.
--CÍRCULOS CONCÉNTRICOS: Catadiano, Zuazo, Belunza.
--ENCESTADOS DE RELIEVE PLANO: Arriano,
Ullibarri-Cuartango, Zuazo, Belunza, Guillerna, Oyardo.
--ENCESTADOS DE RELIEVE ACENTUADO: Urrúnaga, Respaldiza, Délica, Estíbaliz, Argandoña, Lopidana, Ocáriz, Arlucea,
Pedruzo, Fuidio, Araico, Hueto Arriba, San Pedro de Quilchano.
Vegetales.
--ACANTOS: Predominan en toda la Provincia.
--FLORA NATURALISTA: Ezquerecocha, Lasarte, Treviño, Laño, San
Martín Galvarín, Franco, Dordóniz, Peñacerrada, Añua, Alegría.
--HOJAS Y TALLOS REMATADOS EN PINAS Y BOLAS:
Respaldiza, Tuesta, Aprícano, Zuazo de Cuartango, Olano, Lezama, Amurrio,
Gujuli, Oyardo, Estíbaliz, Betoño, Gáceta, Gamarra Menor, Mártioda,
Matauco, Délica, Gojain, Uzquiano, Abechuco, Fuidio, Dordóniz.
--BOLAS CON CAPERUZA: Gordoa, Gamarra Menor,
Respaldiza.
--VEGETALES QUE BROTAN DE
CARÁTULAS Y CABEZAS DE ANIMALES: Ullibarri-Viña, Estíbaliz, Armentia, San
Vicentejo, Arana, Argote, Saraso, Lopidana.
Animalísticos:
Animales reales:
--ÁGUILA: Cárcamo, Olano, Gujuli, Betolaza, Ondátegui, S. Juan de
Amamio, Estíbaliz, Armentia, Lubiano.
--ÁGUILA EN PRESA: Belunza, Aguillo, Ascarza,
Subijana-Morillas, Ochate, Cestafe, Durana, Matauco, Otazu, Argandoña,
Añua, Hueto Abajo, Lubiano.
--LEÓN RAMPANTE: Gojain, Matauco, Mendoza, Estíbaliz, Betolaza,
Peñacerrada.
--LEÓN ANDRÓFAGO: Aramentia.
--LEONES AFRONTADOS: Busto, Tuesta, Treviño, Estíbaliz.
--LEÓN CON COLA Y CABEZA VUELTA: Catadiano, Olano, Domaiquia, Lezama,
Gujuli, Unzá, Betolaza, Estíbaliz.
--AVES AFRONTADAS BEBIENDO DE UNA COPA: Durana,
Lopidana.
--AVES AFRONTADAS PICOTEANDO UNA FLOR: San Martín Zar, Estíbaliz.
--MONO: Dordóniz, Aguillo.
--PEZ: Estíbaliz, San Martín Zar, Tobera.
--TORTUGA: Tuesta.
--CABRA: Tuesta, Treviño.
--ELEFANTE: Busto.
--ARDILLA: Marquínez.
--SERPIENTE: Tobera, Cárcamo, Valluerca.
--CERDO: Araico, San Vicentejo.
--LECHUZA: Treviño, Franco, Armentia.
Animales monstruosos:
--MONSTRUO ANDRÓFAGO: Santa M.ª de Tobera,
Armentia.
--GRIFO: Armentia, Tuesta, Domaiquia, Matauco.
--DRAGÓN: Belunza.
--ARPÍAS: Matauco, Oreitia, Añua, Ochate, Treviño, Tuesta.
--BASILISCO: Tuesta.
--CENTAURO: Ribera de Valderejo, Estíbaliz, Armentia, Tuesta, Treviño.
--SIRENA: Armentia, Estíbaliz.
Historiados:
Historiados de tipo profano:
--MENSARIO - ZODIACO: Treviño.
--DAMA Y CABALLERO: Betolaza, Belunza, Arana, Durana, Matauco, Lopidana, Gordoa, Otazu, Argandoña, Ozaeta, Catadiano, Zuazo de
Cuartango, Buruaga, Gojain, Cestafe, Tuesta, Añua, Ali, Abechuco, Mendiguren, Santa María de Ayala.
--TEMAS OBSCENOS: Tuesta, Gojain, Santa María (Tobera), San Juan
de Aistra.
--CASTILLO Y LEÓN: Torre, Franco, Hueto Arriba, Ullibarri Viña.
--ESCENAS DE LA VIDA COTIDIANA: CAZA DE JABALÍ: Saraso, Cestafe.
--CAZA A CABALLO:
Saraso.
--CAZA CON HALCÓN: Treviño.
--PESCA: Astulez,
Berricano.
--VENDIMIA: Treviño,
Bernedo.
--MATANZA DEL CERDO: Aguillo, Ochate, Busto.
--GUERREROS: Aguillo, Elburgo, Ondategui, Ribera de
Valderejo, Jócano, Ullibarri Cuartango.
--MÚSICOS:
Peñacerrada, S. Juan de Elburgo, Lezama, Tuesta.
--OFICIOS: ESTUDIANTE, ALFARERO, CANTERO, PANADERO:
Tuesta.
--SACERDOTE CON CASULLA: Argandoña,
Pedruzo.
--OBISPO CON BÁCULO Y MITRA: Ullibarri
Arrazua.
Historiados de tipo religioso:
--BÍBLICOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO: PECADO ORIGINAL: Estíbaliz, Añes,
Aguillo.
--DANIEL ENTRE LOS LEONES:
Armentia.
--SACRIFICIO DE ABRAHAM:
Armentia.
--SANSÓN DESQUIJARANDO AL
LEÓN: Aguillo, Domaiquia, Tuesta.
--BÍBLICOS DEL NUEVO TESTAMENTO: ANUNCIACIÓN: Laguardia, Lasarte, Tuesta, Armentia (2), Estíbaliz (2).
--APÓSTOLES:
Armentia, Lasarte, Margarita, Hueto Arriba.
--EPIFANÍA: Tuesta.
--TETRAMORFOS:
Armentia, Gáceta, Marquínez, Quintana.
--RESURRECCIÓN:
Armentia.
--DORMICIÓN ASUNCIÓN DE
MARÍA: Laguardia.
-- ESCATOLÓGICOS: CORDERO MÍSTICO: Armentia, Luzuriaga.
--CRISMÓN: Armentia, San Juan de Treviño.
--PANTOCRATOR: Estíbaliz, Tuesta.
--ANASTASIS:
Armentia.
--ESCENAS INFERNALES: Tuesta,
Bernedo.
--DEMONIOS TORTURANDO A UN CONDENADO:
Ochate, San Juan de Amamio.
--CASTIGOS MORALIZANTES: AVARICIA:
Estíbaliz.
--LUJURIA:
Estíbaliz, Délica, Domaiquia.
--MALEDICENCIA: Ali,
Saraso, Tuesta.
--CONCORDIA Y DISCORDIA: Saraso, Tuesta,
Berrícano.
--DISCORDIA: Elburgo, Franco, Unzá, Miñano Menor.
--AVES PICOTENADO UN ROSTRO HUMANO:
Uzquiano, Ali, Pedruzo, Pipaón, Bellojín, Armentia.
--FLAGELACIÓN DE UN HOMBRE DESNUDO: Tuesta.
--PEREGRINACIÓN: TEMA DEL CABALLERO: Armentia, Oreitia, Pedruzo, Margarita.
--HAGIOGRÁFICOS: SAN MIGUEL LUCHANDO CONTRA EL
DRAGON: Tuesta, Domaiquia, Ondategui.
--SAN MARTÍN REPARTIENDO SU CAPA: Tuesta.
--SAN PEDRO CON LA LLAVE:
Ondategui.
--MARTIRIO DE SAN PEDRO:
Saraso.
--MARTIRIO DE SAN ANDRES:
Saraso.
--MARTIRIO DE SAN SEBASTIAN: Margarita.